En la vieja oficina del Director del colegio de magia y hechicería Hogwarts, se escuchaban grandes estruendos que asustaban a todos los estudiantes que pasaban cerca de allí, un nuevo clima rodio el castillo, siendo cubierto por grandes y espesas nubes que amenazaban con malos tiempos acercándose.
La magia del colegio se sentía extraña y pesada, los hechizos que realizaban las personas presentes en el lugar, no funcionaban de manera correcta, algunos profesores no dieron clase por alguna reunión de emergencia que tenían con el director del colegio.
La situación en el colegio era tensa.
Los estudiantes mayores sabían lo que pasaba y trataban de proteger a sus menores encerrándolos en sus salas comunes, mediante cartas eran notificados por sus padres la situación que ocurre en el exterior del colegio, algunos asustados le pedían que volvieran a casa y otros que fueran leales a su bando.
¿Pero cuál era el bando correcto?
¿Por qué debían de elegir un bando?
- Chicos, prometen que en cuanto se presente alguna situación en el colegio ustedes no saldrán de la sala común hasta que se les ordene ¿Si? - Pedía Astoria mientras acariciaba el cabello azul de un pequeño Slytherin de primer año, el niño asintió mirándola fijamente, mientras los otros pequeños asienten hacia sus mayores.
- Deben entender que ya Hogwarts no es la misma de antes, el director ha estado haciendo cosas malas de las cuales nuestro nuevo Lord se encarga de resolver, pero solo podrá lograrlo con nuestro apoyo y dedicación, así que será de mucha ayuda si en caso de que se presente alguna situación en los próximos días ustedes corran con todas sus fuerzas y permanezcan aquí hasta que se les diga, es importante que si pueden ayudar a otra persona que esté en apuros y esta sea de otra casa, ayúdenla, confió en sus habilidades para juzgar a las personas. Ayuden sobre todo a sus amigos que estén en otras casas ¿Entendido?. - Hablo Theodore Nott mirando a todos los chicos en la sala, estos asintieron firmemente haciéndole sonreír.
- Queridos, ustedes saben que Hogwarts ha estado rara desde que nuestro amigo Harry Potter fue asesinado por el malvado Dumbledore, entonces nuestro nuevo Lord quiere que por favor le ayudemos a acabar con este director y para eso necesitamos que en caso de que se presente algo malo ustedes los más pequeños se dirijan a esta sala y no salgan de aquí hasta que se les avise, los torposoplos le ayudarán. - Luna se encontraba sentada en uno de los sofás con todos sus compañeros de Ravenclaw escuchándolos atentamente y mirándola extraño al pronunciar las últimas palabras haciéndole reír.
- Deben obedecer y ayudar a los niños pequeños que se vean en apuros cuando se dirijan hacia acá ¿Bien? - Apoyó a Chang dirigiéndose a los de 2 y 3 años.
- Bien chicos... Solo ya saben, cuando escuchen disturbios y vean que la cosa se pone fea y hay hechizos y maldiciones por todas partes ustedes deben correr hacia acá ¿Bien? Se que somos la casa que se caracteriza por ser valiente pero hay veces que...que...que la valentía no funciona, entonces la valentía... ¡amiga, ayúdame!. - Pidió un nervioso Neville al sentir la mirada fija de todos sobre él.
- Que la valentía al ser imprudentes nos puede hacer daño a nosotros y nuestros amigos así que... hagan caso a su compañero Longbottom ¿Entendido? - Apoyó la profesora Mcgonagall entrando a la habitación sobresaltado al recién nombrado y a la chica que se encontraba hablando con algunos de los más pequeños y confiables Gryffindor. - ¿Señor Longbottom y señorita Granger me pueden explicar qué hacen aquí y por qué Granger no es bienvenida por el director?
- Profesora...
- Explíquenmelo en otro lado chicos, Dumbledore ha estado extraño y casi todas las noche va a inspeccionar personalmente cada una de las salas, es hora de que se vayan. Mañana los veo en la casa de los gritos. Vayan tranquilos, ninguno de nosotros ha visto a nadie ¿Cierto alumnos? - preguntó la profesora dirigiéndose a los estudiantes con mirada amenazante haciendo que negaran efusivamente mientras se despedían y volvían a sus actividades.
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Mentiras entre rosas negras
AcakHarry Potter y Draco Malfoy se enfrentaban al destino. El amor que compartían era su mayor fortaleza y su mayor debilidad. Se habían dejado envolver por peligrosas enredaderas de magia oscura que oprimian sus corazones que seguían anhelando el pode...