[Secuela de Stay]
Si en la mejor noche de tu vida te hubieran humillado, engañado y acusado de algo que no hiciste, ¿qué harías? Adrien Agreste es un buen ejemplo de que no puedes huir para siempre.
Dicen que si algo está destinado a ser, será...
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Estando en un baño sola, se sacó la ropa que le habían prestado para la sesión fotográfica. Aún sentía el corazón raudo dentro de su pecho después de la escena que tuvo en el estudio con Adrien. ¿Pasión? ¿Ella tenía pasión?
No alcanzó a ver la reacción de las demás postulantes cuando Adrien le dijo que se reunieran en su oficina, ahora eso no importaba, porque lo que se venía a continuación sería una situación engorrosa. ¿La aceptaría como su nueva modelo? ¿Alcanzó a superar sus expectativas?
Dejó de hacerse preguntas y salió de allí con su cabello aún húmedo cayendo sobre sus hombros. Llevaba un vestido gris que moldeaba sus curvas y zapatos de tacón negro, aunque ni con estos superaba la altura de Agreste. Mientras caminaba, sintió la mirada de todos los empleados que pasaban a su lado, todos estaban expectantes, la voz se había esparcido con la nueva noticia tan pronto como ella había salido del estudio.
Cuando subió al sexto piso en el elevador, se preguntó dónde estaría Clementine, le preocupaba porque sabía que para Adrien era la razón de su vida y la mujer que más amaba aquí en la Tierra. ¿Tan molesto estaba como para gritarle estando ella presente?
Vio allí frente a ella la puerta del despacho de Adrien, era ahora o nunca. Él la invitó a pasar en un murmullo, la estaba esperando.
Entró y lo vio sentado al borde de su escritorio, la miraba con unos ojos que en cualquier momento lanzarían llamas de ira, pero no le sorprendía, sus ojos no hacían otra cosa que odiarla todo el tiempo.
-¿Sabes lo importante que es esto para mí? Los proyectos, los diseños, el modelaje y la empresa que surgió por el sueño de mi padre de crear prendas para los demás. Eso Marinette, eso se llama pasión y por eso la pedía en una modelo, sólo la que tuviera pasión comprendería lo importante que es esto para mí y cada una de las cosas que hago. No es solamente una empresa, es G&E que representa a mis padres.
La ojizarca se acercó al escritorio donde el ojiverde estaba sentado, pero mantuvo la distancia.
-Puede haber mucho resentimiento entre nosotros, pero no arruinaría algo que tanto te importa, Adrien -dijo sinceramente.
-Pero ya lo hiciste una vez y esa es la razón por la que no estamos juntos -no debió decir eso, porque sonaba a un interés que no tenía. Marinette apretó los dientes.
-Sí, lo asumo y ya te he dado mis explicaciones, ahora si quieres seguir quedándote atrapado en el pasado y perder tiempo valioso, eso es problema tuyo -cambió su tono de voz a uno más suave-. ¿Te gustó lo que hice? ¿Por cuál modelo te decidirás? Vine de Estados Unidos especialmente por esto -Adrien volvió a recorrer su cuerpo de arriba hacia abajo, provocando que se sintiera cohibida bajo esos ojos verdes que la escaneaban por todos lados.
-Necesito que gires lentamente -así lo hizo la azabache, como diseñador Adrien debía analizar sus proporciones, la curvatura de su cuerpo y cuello-. Mon Dieu -susurró.