Cuando Adrien volvió a la mesa, se dio cuenta de que Marinette Dupain-Cheng no estaba. Había metido la pata hasta el fondo con ese comentario, porque estaba seguro de que ella no era lo que había dicho y, en todo caso, ¿sería él también promiscuo? Se acostaba con las mujeres que quería y lo creía normal para alguien atractivo como él, lamentablemente no toleraba la idea de Marinette en los brazos de otras personas.
Le había arruinado la noche a quien con tanto esmero le preparó la fiesta sorpresa.Apenas tuvo la oportunidad de sentarse cuando apagaron las luces y unos mozos de muy buen aspecto le acercaron en un carrito metálico el pastel. Su rostro bajo la luz de las 28 velas se veía siniestro, y más aún ahora que estaba preocupado por lo que había dicho, su piel no tenía marcas de la bofetada, pero el dolor interno era grande. Sí, la había cagado.
-Que los cumplas feliz, que los cumplas feliz, que los cumplas Adriencito, que los cumplas feliz -estallaron en aplausos y vitoreos esperando a que pidiera los tres deseos, pero él fue más rápido y con un sólo soplo las apagó.
-Arruinaste los tres deseos -se cruzó de brazos Nino-. Eso no se hace, Adrien.
-Créeme amigo, los deseos son sólo mitos que nunca se cumplen -siguió fingiendo una sonrisa a los demás, pero Nino se acercó para murmurarle algo sin que los demás supieran.
-¿Sabes a dónde fue Marinette? Agarró su bolso y se fue corriendo, sólo alcanzó a decir que tenía náuseas y debía descansar -la boca del estómago se le estranguló al rubio.
-No lo sé, y no es asunto mío.
Pero sabía que no era cierto, iba directamente relacionado con lo que le había dicho, su forma vulgar de hacer semejanza con algo que no era, la manera inapropiada de querer sacarla del lado de Gautier, por algo que le ardió en el cuerpo cada vez que él la miró con deseo.
Por supuesto que iba a continuar con la cena, después de todo, estaba seguro de que habían puesto mucho empeño para que quedara tan bien como estaba..
¿Qué hora era? ¿Dos de la madrugada? Con cuidado llenaba las copas con vino blanco. Se encontraba sola en el hotel bajo la luz cálida, no era una buena combinación, ¿o sí?
Por supuesto no esperaba a nadie, esas copas iban directo a su boca para sentir cómo el líquido le quemaba el esófago y el estómago al bajar. Había rechazado las ofertas de Gautier, una para ser la cara de su agencia de modelos y la otra para permitir que se metiera entre sus piernas.
Ya no tenía deseos de obtener el perdón de Adrien, lo único que la ataba a este país era la promesa que le había hecho a Clementine para ayudar a su hermano, además del compromiso que había adquirido con éste y su entorno. Llenó otra copa con vino, había perdido la cuenta después del número seis, pero no parecía importarle demasiado, tampoco le preocupaba que Rose entrase porque ella se hospedaba en la habitación de al lado.
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Here || Adrinette AU
Fanfiction[Secuela de Stay] Si en la mejor noche de tu vida te hubieran humillado, engañado y acusado de algo que no hiciste, ¿qué harías? Adrien Agreste es un buen ejemplo de que no puedes huir para siempre. Dicen que si algo está destinado a ser, será...