Parte 42

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- Narra Tn -

Salió de la habitación y me dolió, cada jodida palabra la sentí. Namjoon tenía algo muy peculiar, cuando hablaba con el corazón y sinceridad, hacia que esas palabras te llegaran en lo más profundo, así fueran buenas o malas.

No lo detuve porque no tenía la suficiente cara para hablarle a parte de que me eché a llorar, no lo pudo notar porque me estaba dando la espalda...

Me di una ducha para después hundirme en la cama, sintiéndome sola, sin el cálido cuerpo de Namjoon, sin sentir su aroma, besos, abrazos, caricias, respiración y todo lo que me encantaba de mi hombre.
Tomé mi celular y abrí la bandeja de mensajes para enviarle uno y decirle que regresara a la habitación pero no me anime, tal vez lo mejor sería que nos tranquilizáramos esta noche y pensáramos las cosas con la cabeza fría.

Salí de la sección de mensajes y me metí a las redes sociales y no miento cuando digo que estaba inundada de publicaciones sobre Namjoon y yo, cosas negativas como positivas sobre querer tener un hijo.
"Debería de dárselo, pues si no lo hace la va a dejar por alguien que si esté dispuesta a hacerlo" " Namjoon déjala y yo te hago los que quieras"  "No tarda en cansarse de ella"
Me estaba torturando yo misma, pues solo me estaba enfocando en los negativos. "Ojalá la deje" "Nam se merece a alguien que si lo haga feliz" "Pobre Namjoon se miraba cansado de ella"
"Se ve que no hay amor entre ellos" ¿Que carajos? Como alguien que no conoce nada de nosotros se toma la libertad de asegurar cosa ajenas y hacer suposiciones tan absurdas, pero eso fue suficiente para llorar a mares y sentirme aún peor.

No se en que momento me quedé dormida.
Desperté y aún estaba sola, creo que Namjoon no había regresado a la habitación. Me levante de la cama y dirigí al baño, ahí pude observar que su cepillo de dientes no estaba acomodado y el lavamanos estaba con leves gotas de agua, eso quería decir que si había estado aquí.
Arregle mi cabello y me maquille un poco, me vestí algo cómoda, pues quería salir a caminar.

Cepille mis dientes, tomé mi bolso y celular para salir de la habitación.
Caminé por el pasillo para bajar a recepción pero me encontré a Hyo.

- Srta. Kim ¿A donde va? - preguntó el amable guardaespaldas.

- Oh, hola, buenos días. Iré a caminar, regreso en unas horas. - respondí.

- Déjeme llevarla - agregó de inmediato.

- Descuida, conozco muy bien las calles.- agregué con agradecimiento.

Seguí con mi camino y para mi buena suerte no hay camarógrafos o eso pensaba.
Caminé hasta llegar a una plaza y sentarme a ver todo lo que estaba a mi al rededor. Después de unos minutos volví a levantarme y caminar por la plaza, pero topé con una tienda de ropa para bebé, no me  quería quedar con las ganas de no entrar pero al momento de querer caminar hacia allí, escuché el ruido de una cámara, voltee y no era una eran cinco, así que tuve que disimular y seguir con mi camino.

Apresuré mi paso pero era imposible, parecía que venían pisando mis talones.
Saqué mi celular y le hablé a Hyo para que rápidamente pasara por mi. Hice tiempo aún en la plaza, con mas camarógrafos atrás de mi, preguntando infinidad de cosas, hasta que por fin recibí la llamada de Hyo, ya estaba en el estacionamiento. Baje rápidamente y empecé a sentir mi ansiedad al mil, sentía que me estaba ahogando, no se en que momento ya no eran cinco ni diez camarógrafos, fácil eran mas de 20 ¿Pero que les interesaba saber de mi?

Hyo abrió la puerta de la camioneta y me adentré rápidamente dejándome caer en el asiento y tratando de respirar tranquilamente.

- Narra Kim Namjoon -

- ¡Hola Hanna! ¿Cómo estás? ¿Todo bien? - pregunté con amabilidad.

- Hola Namjoon, si todo excelente. - volteo a verme con una gran sonrisa.

- Oh, es que ayer me dejaste solo, pensé que algo había ocurrido.- correspondí su sonrisa.

- Ah, es que no alcancé a llegar a tiempo. - respondió apenada.

- Ah, entiendo, pero cuando te llegue a pasar eso márcame y veré cómo ayudarte ¿Va?

- Lo haría pero no tengo tu número.- soltó una risa de nervios.

- Tienes razón. - extendí mi mano para que me diera su móvil y así anotar mi número.

Seguíamos conversando mientras me maquillaba y arreglaba mi cabello, hasta que entra alguien más de staff y me pregunta sobre que era lo que iba a querer comer.

- ¿Quieres comer conmigo? Para pedir para ambos. Es más, no es pregunta. - voltee a ver al staff y ordene dos hamburguesas junto con papás. - Espero y te gusten las hamburguesas. - reí ligeramente.

- Claro que si, son mis favoritas.- respondio con amabilidad.

- Chicos para avisarles que en dos semanas salimos a New York. - dijo nuestro manager mientras se adentraba y los chicos venían detrás de él.

Intercambiamos unas cuantas palabras y hablábamos de lo que haríamos allá, pero a los minutos salen los chicos junto con el manager.

Después de una hora aproximadamente llego nuestra comida, así que empezamos a comer mientras reíamos y conversábamos de nosotros, en eso siento como mi celular empezó a vibrar en la bolsa de mi pantalón. Lo saqué y era una llamada de Tn, pero la verdad no quería hablar con ella así que le colgué.
Terminamos de comer y tenía que empezar a trabajar en 5 minutos, así que me cepille los dientes y volví a sacar mi celular, me quedé pensando que Tn jamás me llamaba en horas de trabajo ¿Por qué ahora si? Le devolví la llamada pero ahora ella fue la que colgó enseguida. No me contesto así que supongo que no era nada importante.

Después de varias horas ya era momento de irme al hotel.
Llegamos y me adentré en mi habitación pero no observé a Tn, la busqué por la habitación hasta que la visualicé recargada en el barandal del balcón, tenía la mirada baja. Me acerqué a la puerta del balcón y me paré justo atrás de ella.

- ¿Para que me llamaste? - pregunté con frialdad.

Rápidamente se enderezó y pasó una de sus manos por el rostro ¿A caso estaba llorando?

- Nada importante. - respondió con firmeza.

- ¿Por que lloras? - pregunté con la misma frialdad.

Dio media vuelta pretendiendo caminar pero la acorrale, recargando mis brazos en el barandal.

- ¿Podrías dejarme pasar? - preguntó con molestia. Notando sus mejillas, nariz y ojos, completamente rojos.

- Dime.- insistí de nuevo.

Se agachó un poco y salió por debajo de mis brazos.
Di media vuelta para ir con ella, la sujete del brazo e hice que caminara hacia la cama, la senté de golpe en la orilla y quedé enfrente de ella, parado con mis manos en mi cintura.

- ¿Que quieres? ¿Quieres que te deje? ¡Dime! Para comprarte un boleto de vuelta a Corea o a donde sea que te quieras largar, pero habla. - Mi coraje se estaba haciendo presente. Me hervía la sangre cuando me ignoraban con toda la intención. - Ya me estoy cansando Tn, bien puedo estar con alguien más sin que me esté dando este tipo de problemas, que solamente son un dolor de cabeza, suficiente estrés tengo con mi trabajo como para que vengas tú y empieces a cagar a un más mis días.



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