Parte 60

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- Al día siguiente -

Me encontraba desayunando solo ya que los chicos seguían molestos conmigo.
Saqué mi celular y le mandé un mensaje a mi mujer para decirle que en unas cuantas horas iría a verlas.

Termine de desayunar y subí a darme un baño, cambiarme e ir con mis mujeres.
Al llegar me fui al jardín con Tn y mi hija, extendí una cobija y la coloqué en el césped para acostarme con ella y empezar a jugar, me encantaba que balbuceara cuando yo hablaba con ella, me encantaba verle sus hoyuelos, simplemente me encantaba verla feliz, me tenía enamorado.

- ¿Qué paso princesa? ¿Me extrañaste?- sonreí para mi hija pero sentí la corta mirada de Tn.

A las horas, mi nena se quedó dormida, ahí mismo, así que la tomé entre mis brazos y subimos a la habitación. Bese su frente y la acosté en su cuna.

- Ahora si, quiero hablar contigo, Tn. - di media vuelta para verla cara a cara. - Corazón, los chicos están muy molestos y con justa razón.

- Yo también estoy molesta con ellos, Namjoon. - respondió de inmediato mientras se cruzaba de brazos.

- Y está bien, pero no metas a mi hija en esto...- di unos pasos más hacia ella y hubo un corto silencio.

- Bien... - suspiró con pesadez.

- Aprovechando...- baje mi mirada al estar nervioso por lo que pediría. - ¿Puedo pasar la noche aquí?

- ¿¡Que!? - preguntó.

- Es más, con tu permiso. - me acerqué aún más a ella, sujetándola de la cintura para inclinarme y besar sus deliciosos labios que tanto extrañaba, pero eso solo duró menos de tres segundos ya que me empujó lejos.

- No, Namjoon. - limpió el beso, cosa que me hizo molestar.

- Mira Tn, en dos días tenemos entrevista, es importante, es sobre nuestra hija, así que te pido cambiar de actitud de aquí a ese día, no quiero rumores de absolutamente nada, con permiso. - di media vuelta y bese la frente de mi hija para después irme de ahí, completamente decepcionado y molesto.

- Dos días después -

Ya estábamos en la camioneta, justamente llegando al lugar, en todo el camino hubo completo silencio y la verdad ya quería que todo esto pasara, ya no quería estar molesto con mi mujer, me dolía estar así con ella, así que dejé el orgullo aún lado y empecé acariciar su pierna.

- Te amo. - susurre.

Me volteo a ver por segundos para después voltearme la cara.

- ¡Dime te amo también!- me quejé ligeramente. - Quiero saber si me amas.

- ¿A caso se deja de amar de la noche a la mañana? - pronunció con ironía.

- Tú si lo hiciste. - me crucé de brazos haciéndome el indignado.

- ¿Como adivinaste? - sonrió ligeramente y volteó de nuevo su mirada hacia el exterior.

- ¡Me tenias que decir que aún me amas y después me besabas! - agregué en un tono caprichoso. - Y ahora, para que se te quite, no te dejare en paz, estaré de encimoso. - advertí.

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