El amor no tiene escape (malec omegaverse)

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Dedicado a FatimaHeras.  que adora la cursileria Malec tanto como yo

P.O.V MAGNUS

Tres horas después, escucho el estómago de Alec rugir.

-Alexander. Vamos a comer. Tienes mucha hambre. ¿Porque no me lo habías dicho?

-La verdad es que no he notado mucho que tenía hambre -se justifica

-He escuchado a tu estomago rugir. Vamos a comer.

Subimos al piso de los restaurantes. De repente, escucho un ruido a mi lado. Alexander ha dejado ir las bolsas y está corriendo hacia una chica. Se lanza encima de ella y empieza a llorar. Preocupado y (para que negarlo) celoso me acerco hacia ellos.

No puedo ver la cara de la chica, pero está está abrazando muy fuerte a mi omega. Ambos están llorando desesperadamente. La chica separa a Alexander de su cuerpo y acaricia su mejilla. Alexander solo sonríe.

-Dios mío Alexander. No me lo creo. Me ha costado reconocerte. ¡Que guapo estás! Has creído mucho -dice la chica llorando.

Entonces es cuando la reconozco.

-¿¡Tessa?!

Ella se gira hacia mí y abre los ojos como platos.

-¡Magnus Bane! Hace años que no nos vemos -parece notar mi tensión, porque una mueca se dibuja en su cara- ¿Qué pasa?

Me acerco a Alexander y lo aparto bruscamente de ella, envolviéndolo en mis brazos y cubriéndolo de mis feromonas.

-Alejate de mi omega -advierto entre dientes- ¿Qué hacías con el? ¿De que lo conoces?

-Wow. Magnus, tranquilízate -dice con calma, acercándose hacia nosotros.

Me alejo aún más de ella y apreto mis brazos alrededor de Alexander.

Este se gira en mis brazos y poniéndose de puntillas lame mi cuello, justo la parte de las feromonas.

-Tranquilizate Maggs. ¿Si? Ella es la chica que hablaba conmigo cuando estaba en las calles. ¿Recuerdas? Esa que me dio un bocadillo y jamás volví a ver - la voz de Alexander es tan suave y tranquilizadora...

Salgo de mi enfado y me doy cuenta de que Alexander huele completamente a mi. Y el aire está lleno de mis feromonas de enfado.

-Dios mío. Lo siento Tessa. No de que me ha pasado...

-No pasa nada Magnus. Tu instinto a salido a flote al ver a tu omega en los brazos de otro alfa. Pero me sorprende mucho lo que ha hecho Alec. Es muy extraño ver la voz omega.

-¿Voz omega? -pregunta asombrado Alexander, apoyándose por completo entre mis brazos. Sonrió ante la acción y froto mi mejilla en su pelo.

-Si. Ya conocéis la voz alfa. ¿No? -ambos asentimos- Pues es parecido. Cuando un alfa está descontrolado emocionalmente, el omega usa su voz para indicar que le está haciendo daño, remarcando que está ahí

-¿Eso quiere decir que estaba lastimando a Alexander? -no puede ser. ¿Habrá sido al chillar? ¿Le habré hecho daño al abrazarlo demasiado fuerte?

-No tiene porque. Los omegas también lo utilizan para convencer al alfa de hacer algo. O, como creo que acaba de pasar, para calmar alfa se unas emociones muy fuertes. Como ya he dicho, es difícil ver la voz omega, ya que solo pasa en las parejas marcadas que tengan una gran conexión. Y aún así, el alfa tarda mucho más en reaccionar.

-P-pero yo no estoy marcado... ¿Eso significa que hay algo malo en mi? -susurra Alexander muy bajito, pero Tessa lo oye.

-Para nada. Simplemente significa que hay una gran conexión entre los dos. Os tengo un gran cariño a ambos y me alegro que hayáis encontrado a la persona correcta -lo tranquiliza Tessa, acercándose a nosotros y abrazándonos a la vez.

-Magnus. ¿Podría ir a ver a Tessa algun dia? Me ayudó mucho y quiero conocerla más.

Veo como Tessa sonríe hacia Alexander.

-Claro que si mi omega. Pero solo si Tessa está de acuerdo.

-Absolutamente si.

Entonces, se me ocurre una idea.

-Tessa, ¿quieres venir a comer con nosotros y después ir a casa se Catarina? Tenia pensado enseñarle la ropa nueva de Alexander. Así podrás ver a Catarina y pasar tiempo con este hermoso omega.

-Me parece buena idea.

Alexander se gira hacia mi, sus ojos brillantes y una gran sonrisa en su rostro. Antes de que pueda reaccionar junta sus labios con los míos de manera arrasadora. Pega un saltito y enrolla sus piernas en mi cintura, sin dejar de besarme. Su acción me sorprende, pero lo beso de vuelta. Alexander abre sus labios y junta mi lengua con la suya. Y Dios, esto está tan bien, Alexander besa de una forma tan dulce y lenta...

Alexander se aleja de mis labios y entierra su cabeza en mi cuello con una gran sonrisa.

-Te quiero -susurra, su aliento chocando con mi cuello y haciéndome cosquillas.

- Yo también te quiero Alexander. Mucho.

-Sois demasiado tiernos. Y me podría pasar el día observando como cursileais ¿Pero, podemos ir a comer?