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P.O.V ALEC

— Hola Alec, ¿qué pasa cariño? —saluda Catarina con una sonrisa.

— Oye, yo también existo —Magnus se lleva una mano al pecho, fingiendo ofenderse

— Hola a ti también Magnus. ¿Que ha pasado? No me quejo de que vengáis a visitarnos, pero nunca lo hacéis sin avisar a no ser que se trate de una emergencia o algo importante.

— A veces pienso que eres una bruja Cat, tu capacidad de percepción es increíble —ella solo sonríe y nos invita a entrar con un gesto.

— Vamos, decirme

Miro a Magnus un poco preocupado, sin saber por dónde comenzar, afortunadamente es el quien decide hablar.

— Iré al grano. Alexander no ha tenido ningún celo nunca.

Catarina parece muy sorprendida, mirando hacia mi como si pidiese una confirmación a lo dicho por mi alfa. Yo solo asiento en silencio.

— Hay diferentes razones que pueden explicar eso. Alec, ¿me dejarías hacerte algunas pruebas que puedan confirmar algunas de mis teorías?

Asiento sin dudarlo, preocupado. Siento que es culpa mía, debería haberme dado cuenta antes. Vamos, me encanta la biología, he leído mucho sobre los omegas y llevo unos meses yendo a classes, debería saber que no es normal que un omega de 22 años no haya pasado nunca por ningún celo.

— Alec alarga tu brazo por favor, voy a hacer una prueba de sangre rápida.

Le tiendo el brazo y siento un pinchado rápido. Cat termina rápido y pone el vial en una de las muchas máquinas de la habitación. Los tres nos quedamos en silencio unos minutos hasta que los resultados se muestran. Hay muchos números que mi amiga parece entender, ya que asiente pensativa hacia la máquina y se gira hacia Mangus.

— Para la siguiente prueba, podrías salir de la habitación un momento, ¿por favor?

Este solo asiente sin dudarlo y se va de la habitación, no sin antes sonreír hacia mi.

— Oye Alexander, esta prueba es un poco invasiva. Aplicaré una crema cerca de tus glándulas del cuello para forzar que tu cuerpo expulse un poco de lubricante. ¿Estas de acuerdo con eso?

— Claro, haz lo que haga falta. Aunque te puedo decir desde ahora que nunca he secretado lubricante.

— ¿Nunca? - Cat ahora parece un poco menos preocupada, en su expresión naciendo una sonrisa- ¿Ni estando con Magnus?

— Ajá

Cat asiente y se gira hacia la puerta, abriéndola y dejando pasar al alfa.

— ¿Ya está? ¿Sabes que pasa?

— Aún no lo se, aunque tengo una teoría. Para comprobarla necesito haceros pruebas a los dos. Sobretodo a ti, Magnus.

— ¿A mí? Estamos aquí por Alexander. ¿Puede ser que sea yo el que le esté causando algún problema?

— No es eso, te lo puedo asegurar. Si fuera así, Alec hubiese tenido algún celo antes de conocerte.

Magnus parece aliviado con eso, pero aun así se sienta a mi lado y me abraza, reconfortandome

Catarina se acerca a ambos con lo que parecen dos agujas, pero diferentes a las que he visto hasta ahora.

— A partir de este extractor, os sacaré material de vuestras glándulas. Puede ser un poco incómodo o puede llegar a doler, pero solo dura unos segundos.  ¿Quien quiere ir primero?

— Yo -contesta Magnus firmemente.

Cat asiente y hace la extracción en Magnus, que no parece inmutarse. A los 10 segundos se retira y pone la aguja en la misma maquina que antes había utilizado conmigo. Se acerca a mi y pone la aguja cerca de mi cuello, al momento siento una punzada y suelto un siseo, a lo que Magnus gruñe, pero la sensación se desvanece al segundo. Catarina vuelve a la maquina y y coloca aguja en el mismo compartimento que el de Magnus. La caja se cierra y cuando Cat pulsa algunos botones, esta empieza a vibrar.

Siento como Magnus se acerca más a mi y me abraza desde el lado, dándome un beso en la frente. Eso se siente bien, un poco tranquilizador dada la situación. Cierro los ojos, apoyando mi cabeza en el hombro de Magnus. Pasado un tiempo, Catarina vuelve a hablar.

— Bueno chicos, ya tengo los resultados. Es exactamente lo que me imaginaba- Magnus y yo la miramos expectantes y ella sonríe- Sois destinados.

¿Que? ¿Destinados? No he leído ni escuchado nada sobre ellos nunca.

— Esas son leyendas Cat. Los destinados no existen- refuta Magnus

— Te equivocas. Ha habido muy pocos casos, eso si, pero su existencia es totalmente verdadera

— Perdonar-interrumpo- pero, ¿qué son los destinados?

Ambos me miran como si acabase de decir algo impossible.

— ¿Nunca has escuchado acerca de los destinados? Es una historia para niños muy popular, aunque por lo visto es algo más que una leyenda infantil.

— Creo que no hace falta que te recuerde que no tuve muchas oportunidades de que me contaran cuentos de pequeño, alfa.

Sin decir palabra, Magnus me vuelve a abrazar y me besa la nariz suavemente.

— Si no te han contado nunca sobre los destinados, puedo hacerlo yo. Tanto la leyenda como la realidad -exclama entusiasmada Catarina. Yo solo asiento, expectante de escuchar la historia

El amor no tiene escape (malec omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora