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P.O.V ALEC

Estoy abrazado a Magnus, mientras este me acaricia la espalda cuando el coche se detiene. Magnus me aleja un poco de él y me mira feliz, me tapa los ojos y me ayuda a bajar.

-Magnus. ¿Porqué me has tapado los ojos?

-Porque te he preparado una sorpresa  Garbancito. Así que solo calla y camina.

Caminamos un poco hasta que Magnus nos detiene y escucho el sonido de una llaves y una puerta siendo abierta, caminamos unos pasos más y Magnus quita sus manos de mis ojos.

No puedo creer que lo estoy viendo. Delante nuestro está la casa blanca, en la que quiero vivir desde hace años. Delante de la puerta hay un montón de maletas con mucho brillo.

-¿Maggs? ¿Qué significa esto? -pregunto preocupado. Espero que no sea lo que estoy pensando.

- Pensaba que era obvio Alexander, nos mudamos aquí.

- ¿M-mudarnos? ¿P-porqué? - no entiendo porque Magnus ha hecho esto. Ayer dijo que le encantaba su loft.

-Fácil. Tu dijiste que querías. Así que aquí estamos. Resulta que una mujer lleva cinco años limpiando la casa a fondo porque tenía las esperanzas de que alguien la comprara. Así que ella está feliz y nosotros nos podemos instalar hoy mismo.

Me giro hacia Magnus y sin pensármelo dos veces me lanzo hacia él, causando que caiga de espaldas.

Me abrazo a él y reparto besos por toda su cara, empezando a llorar.

- E-esto es increíble Maggs. Muchas gracias. Gracias gracias gracias.

Magnus ríe y se levanta, levantándome a mi también a la vez. Me agarra de la mano y me lleva consigo hasta la puerta de la casa.

-Aquí está toda mi ropa, joyas y cosas que quiero conservar. Como algunos libros o pequeñas estatuas -dice señalando el montón de maletas y cajas.

Pero se me hace demasiado pequeño. El apartamento de Magnus era muy grande y lleno de cuadros, mini estatuas, figuras incluso recuerdo haber visto alguna cosa hecha de diamante.

-¿No son pocas cosas? Estas tirando muchas...-no quiero que Magnus tire nada de lo que tiene por mí.

- Exacto Garbancito. En el loft hay demasiadas cosas. Cosas que no quiero y que tenía por la elegancia y por las fiestas que daba ahí. Pero ahora que vamos a vivir juntos en esta casa; que por cierto es hermosamente senzilla; quiero deshacerme de todo lo que no es necesario y hacer una subasta benéfica. La casa puede quedar un poco vacía, así que iremos a comprar cosas que sean del agrado de los dos. No sólo del mío. ¿Lo entiendes?

Magnus me mira fijamente, sonriendo. Yo le sonrío de vuelta, este hombre es tan maravilloso... Sólo lo conozco desde hace una semana pero siento que lo amo con toda mi alma. Mi parte omega solo quiere ir a sus brazos y pasar ahí el resto de nuestra vidas... Soy solo un omega callejero que ha tenido la suerte de encontrarse con un hombre rico. No me merezco todo lo que está haciendo por mi.

-Creo saber lo que se estás pensando Alexander. Y esta más que claro que te lo mereces. Has vivido una vida demasiado dura, y yo solo quiero hacer que mejore. Puedo ver que eres una persona maravillosa, que no se ha rendido y que ha afrontado todo lo que le ha pasado. Eso demuestra todo de lo que eres capaz. No quiero que en ningún momento pienses que estoy haciendo esto por moralidad o para quedar bien. Únicamente lo hago porque desde el primer momento en el que sentí tu presencia, quise protegerte. Es un sentimiento difícil describir...Cada vez que te veo siento la necesidad de abrazarte y tenerte entre mis brazos, sin dejarte ir nunca, que no vuelvas a sufrir. Así que Alexander. Por favor. Déjame cuidarte.

En este momento yo ya estoy llorando demasiado. Aunque no llegue a entender como alguien puede pensar que soy especial, Magnus lo hace. Y me lo acaba de demostrar. Magnus se ma acerca con un semblante preocupado.

- Dios Alexander no llores. Por favor no lo hagas. Perdón si lo que he dicho te ha molestado. No llores mi amor, no llores...  Porfavor. No soporto verte llorar...

Intento decir que estoy bien, que son lágrimas de felicidad, pero no puedo. Así que abro los brazos y Magnus me abraza con todas sus fuerzas, acariciando mi pelo y susurrando que me quiere y no llore en mi oído.

- T-te quiero -consigo decir- gracias

Magnus se separa ligeramente de mi, coloca sus manos en mis mejillas y me besa. Respondo al beso, subiendo mis manos hasta la espalda se Magnus, y siento como sonríe.

- Siento interrumpir señor Bane, pero las feromonas de su omega están siendo demasiado fuertes. Hasta yo que he marcado al mío siento ganas de abrazarlo. Pueden controlarse ¿Por favor?

Me separo del beso y veo a unos cinco alfas mirándome con ternura. Me sonrojo profundamente y bajo la mirada avergonzado.

- L-lo siento. No lo he podido controlar.

Voy a levantar la mirada, pero siento que los cinco alfas se me han tirado encima y empiezan a hacer cosquillas a la vez que uno de ellos me empieza a dar besos por toda la cara. A lo mejor debería sentirme amenazado por tener a cinco alfas encima mío, pero me siento feliz y empiezo a reírme.

Los cinco sueltan un sonido de ternura que solo hace que me sonroje aún más, y de alguna extraña forma, me abrazan los cinco a la vez. Magnus se sienta a nuestro lado, riendo.

- Alexander, te presento a Jordan, Julian, Gideon, Bucky y a Ethan -dice señalando a cada uno a la vez que dice su nombre- Son algo así como mis guardaespaldas. Y ahora también los tuyos. Los conozco desde hace unos 10 años y son amigos míos. Se quedarán a vivir con nosotros en la casa. Al menos que tú no quieras.

- Me parece bien- digo apoyándome del todo en uno de ellos- Mhm.... hacéis muy buena olor.

Veo como Bucky, el chico al que me he apoyado sonríe hacia mí y alborota mi pelo.

- Creo que me llevaré bien con Gideon. Yo también me llamo así -bromeo.

Gideon, el cual tengo a mi derecha, se acerca hasta mi y me da un beso en la frente.

- Es un nombre genial -dice sonriendo.

-Ya está bien. Alejaros de mi omega. Venga, vamos. Fuera -exige Magnus, pero sin parar se sonreír.

Los cinco alfas se separan de mi y llevan las bolsas a dentro. Magnus me ayuda a levantarme.

- Espero que te lleves bien con ellos Alexander. Son amigos míos y les quiero, y por lo que he visto, tu les has caído bien a ellos y ya te quieren.

El amor no tiene escape (malec omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora