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-Deja eso ahí -indiqué a un señor con unos cojines
Vi de nuevo a los tres chicos que estaban limpiando el gran ventanal.
-Ven, para acá.
Fui hacia Travis que me mostró dos tipos de cortinas para la habitación principal.
Indique cual quería y se la tendió a otro chico. Antes de agarrarme el brazo.
-Cloe, ¿Cuánto café has tomado?
-Ninguno, solo quiero terminar, el cumpleaños de Sean se acerca.
Dia diez de febrero.
Quería regalarles la casa que habían construido la empresa de Dean y Nick.
Quedaban dos días para su cumpleaños, y estábamos terminando de poner la decoración.
Harriet tampoco sabía nada.
Ellos llevaban un tiempo queriendo tener una casa más grande para cuando naciera el bebé.
-¿Dónde están Nick y Dean?
-Poniendo el billar.
Sonreí y seguí acomodando los cojines. Llevaba unas horas aquí trabajando para dejarlo acabado.
Al final, fue Travis quien me obligó a irnos a casa, y terminamos en la ducha, mientras yo gemía su nombre y él se hundía en mí una y otra vez.
El día del cumpleaños de Sean, invitamos a mi padre. Mi hermano estaba demasiado ocupado con la boda, les quedaba algo más de un mes, y estaban de los nervios, con las invitaciones, los preparativos, y el sitio. Mi padre se había ofrecido a pagar la boda.
-Si llegamos tarde es por tu culpa.
Le dije a Nick, este rio, y yo le miré mal.
-No te rías.
Levantó los brazos en forma de rendición. Estaba nerviosa enfadada con Nick por lo que tardaba en tomarse una maldita taza de café.
Cuando llegamos, Sean y Harriet estaban con los ojos tapados en frente de la casa.
Les asentí a los chicos para que les quitaran la venda, y cuando vieron la casa, me miraron y luego volvieron a mirar la casa.
-Felicidades.
Sean me abrazó y me agradeció.
-Eres la mejor.
Sonreí y miré a Harriet que se me abalanzó.
-¿La enseño?
Asintieron, y les enseñe la casa. Había dos pisos, en el primero, estaba el salón, la cocina, un comedor, y una sala con un cine.
En la segunda planta estaba su habitación, la habitación para el bebe, y otras dos más.
-Es increíble -dijo Sean sentándose en el sofá.
Harriet se sentó a su lado y Sean la atrajo a él.
-Muchas gracias.
Nos pasamos la tarde hablando, ya habían empezado a buscar nombres para el bebe, aunque fuese chico o chica.
-Valery -dijo Harriet.
-Mi ex se llamaba así.
Evite reírme al oir a Sean.
-Sophi
-Otra ex.
-Anna
-Todavía me acuerdo de sus tetas.
Vi el manotazo que le dio Harriet a su novio, y reí.
-¿Algún nombre de alguna chica con quien no hayas estado?
-Mmm, no, por eso va a ser niño.
-¿Emily? -sugerí, siempre me había gustado ese nombre.
Harriet me miró y saltó emocionada.
-Ya tenemos nombre.
-¿Y si es chico? -preguntó Nick con una sonrisa.
-No va a ser niño, así que no importa.
Solté una carcajada junto mis chicos, mientras Harriet nos fulminaba con la mirada, y Sean a la pelinegra.
-Tu imagínate, una niña con tus ojos -empezó Harriet -y mi pelo negro, será guapísima, y Cloe y yo la ayudaremos con los chicos.
-Por eso no quiero que sea niña, Cloe tiene una relación con tres hombres, y a ti no te importaría que tu hija la tuviese.
Daba gracias a mi padre, y su cansancio porque no me gustaría que oyera esta conversación.
-¿Y tú? -miré a Dean -¿Cómo llamarías a tu hijo?
-Pues si es niña, no lo sé, acabo de ofrecer mi única acción, si son niños, siempre me ha gustado Grayson.
-Es bonito -dijo Nick.
Asentí.
-Pues ya tenemos nombre si es chico -dijo Sean.
-No va a ser chico, lo noto, es instinto de madre y nunca falla.
Se intentó separar de Sean, pero este no la dejó, y le dio varios besos antes de tocar su barriga, ya tenía algo más de un mes.
Ellos también estaban invitados a la boda de mi hermano, así que antes de irnos, hice planes con Harriet, para ir buscando vestido.
En la universidad tenía mis últimos exámenes y luego empezaría las practicas junto a Sean, aunque evitaré a toda costa tener que hacerlo en el mismo hospital que Travis, porque sabiendo como es, no saldría del despacho.
Dos semanas después Harriet y yo nos encontrábamos en una tienda de vestidos, mirando de distintos colores. Harriet lo encontró antes que yo, su vestido era azul grisáceo, con las mangas abiertas y caídas, con escote, y le quedaba genial con el pelo largo que se estaba empezando a dejar.
Cuando encontré el mío, Harriet suspiró aliviada. El miro era verde Olivia, asimétrico, ya que por un lado tenía manga y el vestido largo, y por la otra me llegaba al muslo y tenía el hombro descubierto.
-Tengo que decirle a Sean que se ponga una corbata de este color.
Sonreí mientras me probaba unos tacones dorados. Me miré en el espejo una vez más y sonreí antes de abrir la cortina.
-Wow, hermosa, ¿Quieres que les de un infarto cuando vean esas piernas?
Reí y me di una vuelta para que pudiese ver el vestido al completo, como había hecho ella unos minutos antes.
-Definitivamente, te van a poner guardaespaldas, no vas ni a poder hablar con un camarero.
No tardé en recordar que Derek era el mejor amigo de mi hermano y que si por Jack fuese, estaría ahí para poder ser su padrino y teniendo en cuenta que fue con el primer chico con el que estuve, se liaría.
Él y yo tuvimos una relación algo rara, porque podíamos estar con otras personas, y no nos importaba, aunque yo le amaba. Aunque mi hermano no lo supo en ningún momento, el creía que teníamos exclusividad entre nosotros.
Definitivamente, en la boda se iba a liar y algo saldría mal seguro.
Aldara. G
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Cloe
RomanceDulogía Ellas I; son libros independientes, distintas épocas y con distintos personajes, pero ambos son relacionados con la poligamia. Acostarse con tres hombres el día de tu cumpleaños y luego huir suena lógico, pero que pasaría se dos años despué...