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Era el juicio, y eso significaba que Dean estaba nervioso, Nick distraía a la niña y Travis furioso.

Luego estaba yo, que intentaba consolar a Harriet por teléfono porque un pantalón no le cerraba, a Dean tranquilizándole y Travis distrayéndolo para que se metiera en la ducha y dejara de preocuparse por todo.

—Harriet, coge todos los pantalones y tíralos pídele a Sean ir de compras, corre por la cuenta de Travis.

Colgué y miré a Travis que estaba mirándome. Por lo menos había dejado de dar vueltas.

—Travis, ven.

Le tendí la mano y caminé hacia la ducha. Le desvestí y le metí en la ducha.

—Tranquilo por favor.

Le di varios besos y me fui en busca de Dean que estaba mirando a un punto fijo. Me senté en su regazo y le obligué a mirarme.

—¿Y si gana? —negué y peine su pelo hacia atrás.

—Tenéis los mejores abogados de Nueva York y pruebas suficientes.

Me besó y empezó a subir sus manos por mi camiseta, desabrochó el sujetador.

—Dean.

—Lo necesito.

Volví a besarle y mis manos fueron a su pantalón. Me separó y me besó antes de desvestirme. No me tapé cuando quedé desnuda, y él se bajó el pantalón antes volver a sentarme de nuevo encima de él.

Se hundió en mí y mi boca se fue a su cuello para acallar mis gemidos.

—Deja que te oigan.

Me separó y dirigió su frente a la mía dejando que se apoyaran, le miré mientras el seguía con el ritmo constante.

—Te quiero.

Susurró cuando terminó y yo le sonreí antes de separarme y vestirme.

—Vamos Dean.

Cuando llegamos a los juzgados, recordé el juicio con mi madre, y sentí como mi estomago se revolvió.

En la sala vimos a Hope sentada, con los labios rojos, y un vestido negro perfectamente peinada.

El juicio no tardó en empezar. Ryle tenía que estar, y en todo momento no se separó de Nick, que le oí varias veces decir que todo estaba bien.

Cuando el abogado de Hope expuso sus escasas pruebas, las cuales eran perfectamente cuestionables, pude ver a varias personas del jurado fruncir el ceño.

Les dieron veinte minutos para decidir, en el que Dean se la pasó con Ryle, hablando del viaje que haríamos cuando terminara este curso, Travis y yo, mirábamos a Hope, que ni tuvo la decencia de mirar a su hija.

Oímos la puerta abrirse, y todos los del juzgado volverse a sentar, un sobre pasó hacia el juez, que dio varios golpes, para que la gente se callara, y abrió el sobre.

—El jurado ha decidido, que Ryle, hija de Dean y Hope, permanecerá con su padre, ya que Hope presenta abandono familiar. Por lo que, a partir de ahora, Dean tiene custodia completa de su hija, y Hope, solo la podrá ver si alguno de los tutores de Ryle está presente —hizo una parada —los tutores legales, son; Nick, Travis y Cloe.

Respiré tranquila por primera vez en tres días, y besé a Travis antes de abrazarle emocionada. Hope nos miraba con odio, y se acercó a nosotros dos.

—Sufriréis.

Vimos cómo se fue, llamando a alguien por teléfono, pero no la hicimos ningún caso, seguimos con nuestros asuntos, que era celebrar que Ryle se quedará con nosotros.

CloeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora