Dulogía Ellas I; son libros independientes, distintas épocas y con distintos personajes, pero ambos son relacionados con la poligamia.
Acostarse con tres hombres el día de tu cumpleaños y luego huir suena lógico, pero que pasaría se dos años despué...
Abrí los ojos encontrándome con el techo blanco, pero entonces giré la cabeza hacia mi derecha, un chico.
Su piel era morena y su pelo rapado, además, gracias a que la sábana apenas le cubría pude ver lo bien dotado que estaba. Pero luego noté un movimiento en la parte izquierda, por lo me giré.
Encontrándome con dos personas más, dos chicos, desnudos. Tres en total.
¿Qué mierda hice anoche?
Quité con cuidado el brazo de uno de ellos, y observé a los dos castaños que estaban a mi izquierda.
Uno de ellos tenía el pelo rizado, y además el que menos entrenado físicamente estaba, pero eso no le quitaba que estuviese extremadamente sexy.
Me levanté de la cama con cuidado y empecé a buscar mi ropa, mientras me decía a mí misma la charla que debía tener con mi mejor amigo.
Fui encontrando la ropa por la habitación, incluso la ropa interior que llevaba, pero estaba rota, malditamente rota.
Hui de la habitación y del piso, no quería saber nada, dios, me había acostado con tres chicos la noche que cumplía los dieciocho.
Llegué a casa y me dejé caer en cama. Cada fragmento, cada gemido, cada orgasmo de anoche, vino a mi mente como si se tratase de una película, protagonizada por mí.
Sabiendo que no podría olvidarme nunca, de ellos, de los chicos. La distinta tonalidad de sus ojos azules, la noche con un sexo de campeonato, al cual veía bastante inalcanzable.
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