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Desperté por los saltos en la cama de Ryle, al verla tan feliz la acerqué a mí, y le di varios besos mientras la felicitaba.

—Ven.

Empecé a andar con ella a mi lado, hasta el salón, donde estaban los tres chicos, sentados en el sofá con un sobre.

Fruncí el ceño, ¿Qué tipo de regalo le va a dar a una niña de tres años en un sobre?

Me senté en frente curiosa, y vi como los chicos me echaron una pequeña sonrisa, antes de volver la vista a la niña que abría el sobre de lo más concentrada.

—¿Qué pone?

Me acercó un papel y fruncí el ceño antes de leerlo.

—Un viaje a Los Ángeles, para que la princesa aprenda a surfear, y nuestra preciosa novia se relaje estás vacaciones.

Los miré con los ojos abiertos, ¿Iban en serio?

—Nos vamos —el grito de la rizosa me hizo reaccionar —Mami, nos vamos.

Se tiró encima de mí y yo reí antes de volver a mirar a los chicos, que sonrían, yo les sonreí también.

—¿Qué les parece si hacemos las maletas?

Miré a Nick, y asentí antes de levantarme y caminar hacia ellos para dejarles un beso. Hicimos la maleta de Ryle, y cuando llegué a la habitación me di cuenta de que no tenía ropa. Bajé las escaleras y vi a Dean.

—No tengo ropa aquí.

—Travis ha ido a comprarte.

Al principio sonreí por el favor que me estaba haciendo, pero luego recordé a Travis, y su afición de verme desnuda, o con poca ropa.

Solté una maldición y subí enfadada las escaleras. Cogí la maleta de Ryle, y la ayudé a bajar y ella se montó en el coche de Dean, mientras yo me monté en el de Nick.

—¿Ryle va a aprender a surfear con tres años?

—Va a ver la playa, es suficiente.

Sonreí al saber lo que son capaces de hacer por Ryle, me ablandaba el corazón.

—Puede que parte de esto lo hayamos hecho para verte en bikini.

—No pienso ir en bikini siempre.

—Tenemos una villa, con playa privada, si lo vas a hacer. Además, dudo que Travis te haya comprado otras cosas.

Puse los ojos en blanco y luego recordé a Ryle.

—Está Ryle, nada de follar.

—Nena, una niña de tres años que duerme doce horas al día no impedirá que tenga mi polla en tu boca mientras Dean te folle y Travis te mire.

Miré hacia la ventana intentando esconder lo sonrojada que estaba, no íbamos a hacer eso, me negaba a dejar traumatizada a Ryle.

Cuando llegamos al aeropuerto, miré alrededor, pero seguí sin encontrarme a Travis. Cuando nos sentamos en el avión, pude ver a Travis a mi lado y sonreí antes de darle un beso.

Luego me acomodé y vi a Ryle sentada con Dean al lado mientras la explicaba algo. Nick estaba detrás de nosotros. Cuando estábamos en la mitad del viaje, quería estirar las piernas, así que me levanté con la excusa del baño.

Cuando cerré miré alrededor, era muy pequeño, y dudaba que cupiesen dos personas. Me eché agua por la cara y el sonido de la puerta me sobresaltó.

—Cloe abre la puerta —era Dean.

Abrí y él paso y volvió a cerrar.

—¿Qué haces?

CloeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora