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Era la boda.

Harriet estaba duchándose, mientras Harriet se cambiaba yo me duchaba, y luego duché a Ryle y la cambié.

Harriet la peinaba sus pelos rizosos, mientras yo me ponían el vestido.

Sonreí cuando nos vi a las tres en el espejo. Ryle llevaba un vestido amarillo.

Salimos del pasillo encontrándonos a los cuatro chicos.

Dean se acercó y me dio la vuelta sobre mí misma, antes de darme un beso y bajar a coger a su hija.

Travis me colocó el escote subiéndolo un poco, y reí antes de volverlo a bajar.

Nick llevó su mano a mi rodilla y la subió un poco.

—¿Eso significaba que puedo meterte mano?

Negué.

—Eso significa, que vas a tener una tentación que no vas a poder disfrutar.

El castaño subió más su mano y tocó mis bragas.

—Vaya, si están mojadas.

Me giré a verle y negué.

—Nick.

Él lo dejó y seguimos los pasos del resto hasta los taxis. Una vez allí. Pude ver de lejos a mi padre, y a mi hermano hablar con Derek.

—Empieza la fiesta —oí a Nick detrás de mí.

Me dio la vuelta y me besó con pasión, la suficiente para notar como mis bragas se mojaban más.

—Nick.

—Sé que estás mojada, nena, pero solo quiero joder a un idiota hoy.

Me quejé mientras me separaba de él y fui hacia Travis, este pasó su mano por mis hombros y me dio un beso en la mejilla.

Cuando estuvimos al lado de mi padre saludé a mi hermano con un abrazo y a mi padre con dos besos cuando me tocó saludar a Derek, le di una pequeña sonrisa antes de que Dean cogiera mi mano.

Vi la mirada confundida de Derek a Nick, pero eso no impidió que Dean me besara, aunque no fue como el de Nick.

Derek me miró con la ceja levantada y fue mi turno de jugar. Fui andando hacia Travis y le besé poniendo sus manos en mi cintura.

Cuando me separé vi a Derek totalmente incrédulo, aunque quien habló fue mi padre.

—Hija, acepto que salgas con tres hombres, pero por favor, un poco de respeto.

Le sonreí inocentemente, y luego miré a mi hermano que tenía una sonrisa ladeada.

—¿Entonces sales con tres chicos?

Asentí sin mirar a mi exnovio, y luego volví la vista a Harriet para empezar a hablar con ella. Hasta que notamos que la gente se empezaba a sentar en sus sitios.

Las amigas de Leila eran las damas de honor, pasaron todas y al girar un poco más mi vista a mi madre y Landon.

Noté la mano de Dean intentando tranquilizarme.

—Tranquila, ellos por su lado.

Asentí y me concentré en la entrada de Laila y en cuanto la vi, miré a mi madre que estaba claramente horrorizada.

Harriet me dio con el codo sonriéndome, su vestido era increíble.

Negro, con las las mangas asimétricas, una negra, y la otra trasparente, pero también negra. Con una abertura en la pierna hasta la cintura, me encantó.

Ryle saltó emocionada al verla, y Jack sonreía completamente embobado.

Cuando llegó al altar, la ceremonia empezó y todos callamos hasta que vimos el beso que se dieron, que Harriet y yo saltamos emocionadas a gritar y felicitar.

—Vivan los novios.

Abracé a mi hermano, y giré con él alegré.

—Estás casado.

—Lo estoy.

Me sonrió antes de irse con otra persona y yo dirigirme hacia Leila.

—Me encanta tu vestido, y tendrías que haber visto la cara de alguna amargada.

—Por alguna amargada, ¿Te refieres a mí?

Me giré a enfrentar a mi madre.

—Sí.

—Vaya, mi hija llegando con sus novios, sus amigos, sin pensar en lo que ha podido hacer sufrir a otros, no es nada nuevo.

—¿Enserio mamá? ¿Tú? Que te follas a mi mejor amigo, sin importarle ni tu marido, ni a tu hija.

—Cloe —oí a mi padre.

—Papá ha sido ella, siempre es ella.

—Lo sé hija, pero no vale la pena.

—Puede que ella no, pero ¿Podrías hablar con tu mejor amigo?

—No eres mi mejor amigo.

—¿Se te van a olvidar los quince años de amistad?

—Se me olvidaron en cuanto me enteré de tu asquerosa relación con mi madre. Por eso no podías quedar ciertos días a la semana, por eso siempre estabas con mensajitos, por esos tardabas en venirme a recoger te estabas poniendo los pantalones, eres un cerdo.

Sin evitarlo, le di con mi mano en la mejilla, y él me miró fijamente.

—Lo merezco.

—Y lo merecerás más si no te vas ahora—vi a Derek separarme de él y llevarme hasta la barra, mientras Dean y Nick se encargaban de echarle junto a mi madre.

—Escúchame, no piensen en él, déjale en paz, es idiota y no quiero que acabe mal la boda.

—Derek, quita las manos de mi novia.

Joder, esto parecía una maldita telenovela. Me separé de Derek y miré a Travis, que detrás de él. Aparecían Nick y Dean.

Negué y me fui hacia la salida, no quería hablar con nadie. Salí de allí, y me fui hacia hotel.

Estaba harta, todo me estaba superando y no tenía un mes para relajarme y pensar en mi situación.

Llegué al hotel y simplemente me tumbé en la cama mirando al techo, hasta que oí dos golpes en la puerta.

Bufé y me levanté a mirar, Travis.

Ni si quiera saludó, me besó y empezó a desabrochar los botones de mi vestido.

Hice lo mismo con sus botones de la camisa, dejé que me tumbara en la cama, y que se hundiera en mi lentamente.

No fue como el resto de las veces que habíamos follado, lo hicimos despacio, sin prisa, con cariño, y cuando terminó no tarde en acomodarme y darle besos por el cuello.

—Te quiero Travis.

—Te quiero Travis

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Aldara. G

CloeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora