Cloe

22

Cogí varios pañuelos y se los tendí a mi amiga.

Ya estábamos en casa, Nick y Dean seguían sin saber que pasaba, y Travis había ido a por Sean, a pesar de que le habíamos dicho que no lo hiciera.

Vimos al moreno y a mi amigo entrar.

Cuando vio a Harriet entre lloros y suspiros frunció el ceño, y me di cuenta de la ridícula idea que era decirle a Sean que iba a ser padre de esta manera.

—¿Qué hacéis todo aquí?

—Tengo que contarte algo.

Harriet lo dijo entre sollozos, pero eso no pareció importarle para hablar.

Pude ver a Sean sentarse en frente de Harriet. Esta cogió sus manos y se adelantó un poco para verle.

—Estoy embarazada.

Vi a Nick abrir los ojos y pude oír la maldición de Dean, pero toda mi atención se centró en Sean, que cerró los ojos unos segundos antes de lanzarse hacia Harriet y comerle la boca.

No sé cuánto estuvieron así que llegó un momento en el que me levanté del sofá y empecé a llamar a un restaurante de comida china.

Cenamos juntos, los oímos hacer planes de futuro, querían buscar un piso más económico, y que tuviera más opciones de colegios y parques para su hijo.

También discutimos si podía ser un niño o niña, mientras que Harriet y yo decíamos que tenía que ser niña.

Los otros cuatro, opinaban que era un niño.

—Cuando me enteré de que Ryle era una niña, me alegré muchísimo, pero luego recordé como miraba yo a las chicas en instituto, y me prometí que mi hija, no estaría con un capullo.

Reí y cogí la copa de vino.

—Por qué tu fuiste un capullo ¿no? —Harriet y Sean rieron ante lo que dije.

—Si, y tus otros dos novios, también lo fueron.

Miré a Nick que tenía una sonrisa burlona, y a Travis que negaba escondiendo una de esas sonrisas matadoras de él.

—¿Y tú?

Recordé mi época del instituto, la verdad que no era la mejor, todas las fiestas, los chicos, el alcohol, no definitivamente no era la mejor.

—Es mejor que no lo sepáis.

Oí la risotada de Sean y le miré cómplice, me acuerdo de comentarle alguna vez como era después de una tanda de sexo.

—Yo tengo una pregunta.

Todos miramos a Harriet.

—Vosotros tres, ¿es la primera vez que hacéis lo de la relación de poliamor?

Asintieron.

—Antes habíamos compartido alguna chica, pero siempre por separado.

Puse los ojos en blanco. Y oí a la carcajada de Travis.

—Estás celosa.

Miré sus ojos azules y él me guiño un ojo antes de notar como algo vibraba dentro de mí. Me sobresalté y le clavé las uñas a Sean que estaba a mi lado.

Intenté reprimí un gemido cuando noté más presión en el vibrador.

Y luego sin evitarlo recordé lo que pasó en el hospital hace unas horas.

—Voy al baño, ¿sí?

Vi a mi amiga asentir.

Entré en uno de los baños del hospital, y me miré en el espejo, estaba nerviosa, lo admitía, no podía soportar si mi amigo lo jodía todo.