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Noté cada movimiento algo más brusco del coche, y aun llevando la corbata, tenía los ojos cerrados.

Sentí como me ofrecían la mano para que bajase, y aunque estaba borracha intenté mantener la compostura.

No sabía dónde estaba, pero supuse que era grande, porque podía oír el eco.

—Cloe, tranquila ¿Si? —era Travis, asentí y noté como me cogía por la espalda y por detrás de las rodillas.

Anduvo durante unos minutos, y sentí que me dejaban en una cama, una cama que era de lo más cómoda.

Me quitó la corbata y mis ojos recorrieron toda la habitación, veía una puerta a la que identifiqué como el baño, la cama era simplemente gigante, me senté y vi a Nick en un sillón, Travis seguía a un lado de mí y Dean apoyado en la pared, pude ver como este último tenía ojeras, y me sentí mal.

Quería abrazarlos, no solo por la atracción que sentía hacia ellos, pero me encantaba el aura de protección de Travis. Nick era increíblemente cariñoso, aunque también tenía su lado pervertido. Dean hasta ahora solo lo veía como el más pervertido, pero verle con las ojeras y se veía mal, me demostró que solo era una fachada, aunque su lado pervertido me encantaba. En definitiva, ellos me encantaban, y no sé si temer por eso o no.

—¿Te has vuelto a acostar con Sean? —preguntó Nick, negué inmediatamente antes de mirarle, su mirada está fija en la abertura de mi vestido.

Mi mirada se fue a Travis que me miraba con una línea dibujada en sus labios, genial estaban cabreados. Volví hacia Dean.

—Dúchala y que duerma —Nick se levantó y desapareció.

Me dolió su frialdad, pero Travis se acercó a mí, miré a Dean y decidí hacer algo por el bien de los dos.

No dejé que Travis me cogiera, fui hasta Dean, que no había parado de mirarme y agarré su mano y le sonreí o lo intenté.

Ambos se miraron y asintieron, Dean me ayudo a llegar al baño y lo observé. Vi la bañera debajo de la ventana y una ducha grande al lado, era minimalista, pero me gustaba.

Noté las manos de Dean en mis hombros y como poco a poco bajó los tirantes dejándome en bragas delante de él. Me giré sin tapujos y empecé a quitarle la ropa.

—Dúchate conmigo —pedí en un susurro —por favor.

Dean accedió, y se terminó de desnudar, quedamos ambos desnudos, y sonreí antes de dirigirme hasta la ducha, donde encendí el agua y lo puse a temperatura ambiente.

Cuando noté las manos de Dean en mis pechos sonreí.

—Nick no me dejaba ir a verte —susurró y le sonreí quitándole importancia.

—Me debes una noche.

Me giré y le di un beso casto, nos enjabonamos, o más bien, él nos enjabonó a ambos y yo no me quejé. 

Salimos del cuarto de baño y me dejo una de sus sudaderas negras mientras que él se puso un pantalón de pijama y se tumbó mirándome con una sonrisa.

—Te he echado de menos. 

No dije nada, me tumbé a su lado y me acerqué a su oído para susúrrale algo, que estaba casi segura de que no era a causa del alcohol.

—¿Y si invitamos a Nick y Travis? —vi la sonrisa que se le formó.

Cogió el móvil y escribió algo antes de ver como ambos entraban, los dos sin camiseta y con el pantalón lo suficientemente bajo que me permitía ver sus V marcadas. Porque si algo les diferenciaba de Dean, es que sabía que ellos ejercitaban todos los días.

CloeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora