Capítulo 13.

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—Queridos alumnos del instituto de Hookside, hoy os ofrecemos una fotografía de nuestro presidente del consejo estudiantil y segundo capitán del equipo de fútbol, Luke Anderson, con la esperada estrella de esta temporada; Tyler Jones. Si ya nos conmovió la imagen de Tyler con nuestro queridísimo Ryan Miller la noche de la fiesta que dio Scott Thompson, en la cual parecían tener una muy buena relación, hoy vuelve a hacerlo con esta foto. En ella podemos apreciar cómo el presidente cuida de su amigo y compañero, aunque es imposible no preguntarse el por qué Anderson y Jones estarían en la playa, de noche y bajo la lluvia. Parece ser que Tyler no sólo nos dará de qué hablar en el terreno de juego. Esto ha sido todo hasta tener nuevas noticias... —leí en voz baja, cada vez más indignado.

—Qué estupidez —farfulló Ryan, bloqueando automáticamente su teléfono.

—¿Cómo puede haber gente que se dedique a esto? —alcé el tono, llevando mi mirada hacia el rubio.

—Sus vidas deben ser muy aburridas —se encogió levemente de hombros.

—¿Y por ello deben molestar a Luke o a mí? —bufé.

—Cuando publicaron nuestra foto me dijiste que te daba igual —frunció el ceño.

—Y sigue dándomelo, pero no entiendo por qué se interesan tanto por lo que hacemos o dejamos de hacer —chisté con mi lengua—. Además, aunque a mí no me molestase, sé que a ti sí, al igual que le pasará a Luke —suspiré, dejándome caer en el respaldo.

—No creo que a Luke le vaya a molestar —murmuró, dándole vueltas al móvil con sus dedos. Yo volví a girar mi cara en su dirección para mirarle extrañado, a lo que él reaccionó y me imitó—. Ya sabes, él es perfecto —rodó los ojos.

—¿Qué dices? —carcajeé al ver su expresión y le di un suave empujón del brazo. El rubio no pudo evitar sonreí de lado—. No, pero en serio, ¿tienes alguna idea de quién podrá ser el o la que escribe estas cosas? —pregunté tras un par de segundos en los que nos quedamos mirándonos en silencio.

—Cualquiera, en realidad —hizo una mueca con los labios.

—Oye —giré mi cuerpo hacia el suyo—. No estás molesto conmigo, ¿verdad? —agarré su brazo más próximo a mí.

—¿Por qué iba a estarlo? —alzó una ceja.

—Bueno, el artículo habla sobre Luke y sobre mí, y me dijiste que no te gustaba mi relación con él... —dije con timidez, ya que era consciente de que Ryan no quería sacar aquel tema, pero, si no lo hacía en ese momento, sabía que yo iba a estar preocupado por ello durante toda la noche.

—Y también te he dicho que te olvides de eso —desvió su mirada y se rascó el cuello con la mano del brazo libre de mi agarre.

—Entonces, ¿todo bien? —acerqué mi cara a la suya para buscar sus ojos con los míos. Ryan volvió a mirarme algo nervioso y, tras unos segundos contemplando la miel de mis iris, asintió—. Menos mal —carcajeé, aferrando mis manos a su brazo.

De repente, escuchamos cómo la puerta de la casa se abrió, lo cual provocó que yo soltara al chico para sentarme bien y que, junto con Ryan, mirase hacia la entrada; esta se veía desde el sofá donde nos encontrábamos.

—Cariño, ya he llegado —anunció una fina voz, acompañada del sonido de unos tacones—. ¿Cómo te encuentras? —preguntó a la vez que entraba al salón, pero dejó de hablar nada más me vio—. Oh, hola —me dedicó una sonrisa amable, aunque se notaba lo extrañada que estaba de verme allí, lo cual vi más que obvio porque no me conocía.

—Hola, mamá —saludó el rubio.

Esas palabras me confirmaron que aquella mujer era quien yo pensaba; la madre de Ryan. Una mujer de estatura media, rubia, ojos azules y una bonita figura digna de la juventud. Era realmente guapa y no sólo por los retoques que parecía haberse hecho. Iba bien vestida y con un estilo elegante, tal y como me había imaginado que sería la madre del chico más popular de Hookside.

EL SECRETO DE TYLER JONESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora