Una vez nos duchamos y vestimos, fuimos caminando hasta Joe's, ya que, aunque Scott y yo llevásemos nuestros skates, Luke no. El tan famoso diner se encontraba cerca de uno de los muelles del puerto, así que aproveché para que los dos me enseñaran lo nuevo que había en Hookside desde que yo me había ido de allí. Conforme nos acercábamos al restaurante, comprobé que realmente se trataba del tradicional diner americano; simulación de un vagón de metal y un cartel del nombre en el techo con luces de neón. Cuando entramos vi que el suelo era de cuadros negros y blancos, las paredes de color turquesa y los sillones rojos.
—¡Hola, Joe! —saludó Scott conforme nos acercabámos a la barra.
—Hola, chicos —respondió un hombre de unos sesenta años, con una constitución física gruesa, el pelo castaño decorado con algunas canas, y unos ojos del mismo color. Estaba detrás de la barra, vestido con una camisa rosa palo, y un delantal y gorrito blanco—. ¿Os voy preparando lo mismo de siempre? —preguntó nada más dejó de servir un par de tazas de café.
—Esta vez añade una hamburguesa más —mi amigo puso su mano en mi espalda para empujarme a caminar junto a él.
—¿Es un amigo vuestro? —me miró con una sonrisa. A pesar de tener una voz grave, parecía un hombre bastante amable.
—Es Tyler Jones, el hijo de Michael —rodeó mi cuello con su brazo.
—No me digas —contestó sorprendido, apoyando sus manos sobre la barra—. Así que has vuelto de verdad, pensaba que tú padre se lo había inventado —soltó una carcajada sonora.
—No, señor —reí.
—Jovencito, no vuelvas a llamarme así nunca más —se puso recto y me señaló con su índice—. Para mis osos tan solo soy el viejo Joe —suavizó el tono de su voz y me guiñó un ojo.
—¿Osos? —susurré extrañado, frunciendo el ceño y viendo cómo Scott me soltaba para ir a hablar con él.
—Nos llama así por nuestro equipo —dijo Luke a mi lado, haciendo que girase mi cabeza en su dirección—. Somos los Osos Negros —rio al ver la confusión que inundaba mi cara.
—Entiendo... —me llevé una mano al cuello, ya que me sentí realmente estúpido por ni si quiera haberme interesado en el nombre del equipo en el que iba a jugar.
—Vamos a sentarnos —puso sus manos en mis hombros, me dio la vuelta y comenzamos a caminar hacia la mesa del fondo, al lado de una de las ventanas.
Unos minutos después de que Scott regresara junto a nosotros, una mujer algo más joven que Joe nos sirvió la comida; tres hamburguesas con queso, patatas fritas y la bebida para cada uno. Scott y yo pedimos un refresco, en cambio, Luke un té frío, ya que las gaseosas no le sentaban bien.
—Esto está buenísimo —dije con emoción nada más le di el primer bocado a mi hamburguesa.
—¿Verdad? —respondió Luke, mirándome divertido, ya que se había sentado frente a mí.
—Estas hamburguesas pueden curar todos tus males —comentó Scott; aunque parecía que lo decía en broma, en realidad su rostro estaba completamente serio. Este se había sentado a mi lado.
—Te creo —carcajeé.
—Hola, Luke —intervino una chica de pie al lado de nuestra mesa. Se trataba de la misma que le había saludado en el entrenamiento.
—Ah, hola, Polly —contestó el moreno nada más giró su cara hacia la mulata—. Veo que tú también has tenido la idea de venir —le dedicó una leve sonrisa de lado.
—Sí, ya sabes, a las chicas y a mí nos encanta tomarnos un batido antes de regresar a casa —se encogió de hombros de manera presumida.
—Nos pasa lo mismo, pero con las hamburguesas —bromeó, a lo que la chica comenzó a reírse; demasiado a mi parecer.
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EL SECRETO DE TYLER JONES
Roman pour Adolescents{boyslove} Tyler Jones tenía una vida perfecta que cualquier adolescente de su edad envidiaría. Pero todo esto se verá alterado cuando tenga que volver a vivir con su padre en su pueblo natal; Hookside. Allí se reencontrará con personas de su pasado...