EL SECRETO DE TYLER JONES

Capítulo 50.

Mis queridos lectores:

Instagram: @anonywattpad

Llegó al día.

Al fin llegó el día en el que le decimos adiós a Tyler Jones.

No estoy preparada, espero que vosotros sí *llorando*

ESPERO QUE AL SER EL CAPÍTULO FINAL, ME DEJÉIS VOTITOS Y COMENTARIOS BONITOS, POR FAVOR ;_______;

Con cariño y el corazón partido,

Anony.

Al fin había llegado la navidad. Por un lado, tenía muchas ganas de estar de vacaciones y celebrar con Ryan unas fechas tan marcadas como aquellas; iban a ser las primeras que pasaríamos juntos, pero, por otro, me daba cierto temor que el ánimo de el rubio bajara por no poder estar junto a su familia. Aunque sus padres no se hubieran comportado como debían, Ryan siempre les había querido de manera incondicional. A pesar de que cada día estaba mejor, en ocasiones le seguía doliendo hablar del tema. Por ello, los padres de Luke, de Scott y el mío decidieron que aquel año celebraríamos la noche buena todos juntos, así Ryan se sentiría como en casa; tal vez no fuéramos su familia de sangre, pero le queríamos igual que estos, e incluso podía atreverme a decir que yo más aún.

Invitamos también a Chad, pero su familia siempre celebraban la navidad en Kentucky, ya que era allí donde sus abuelos residían, y Lucy tenía una familia demasiado grande como para negarse a ir con ellos. El que más lamentó esto último fue Scott. Lucy y él ya no llevaban su relación en secreto, si era que alguna vez se pudo poner ese adjetivo; eran demasiado descarados. Fue un alivio para todos el no tener que fingir que no sabíamos nada, pero para mí se convirtió en un suplicio constante, ya que el pecoso me consultaba literalmente todo lo que debía hacer con su novia, y esta, a quien recurría cada vez que mi amigo la cagaba, era a mí. Irónicamente dejé de ser el aconsejado para pasar a ser el consejero oficial de la pareja. Al principio, Ryan se molestaba cuando Lucy me mandaba mensajes constantes algunas noches, pero, como yo también le hacía partícipe, lo fue asimilando, tanto que terminó más pendiente a aquella relación que yo mismo.

En cuanto a mi relación con Luke, se convirtió en algo que no podía describir con palabras. Le quería con todo mi corazón, y era consciente de que él a mí también, pero todo quedaba lejos de la atracción física; aquel amor venía directamente del alma. Ryan y él también volvieron a ser como hermanos, incluso quedaba claro quién era el mayor y quién el pequeño. A pesar de que en nuestro grupo ya habían dos parejas formadas, en ningún momento permití que Luke se sintiera apartado. También con Chad, pero él siempre había ido más a su aire. Además, ni Scott ni yo éramos muy espabilados para los planes románticos, algo que hizo que Lucy y Ryan formaran un vínculo más estrecho al tener conversaciones por su chat privado quejándose de nosotros. Fuera como fuese, éramos una familia y pensábamos disfrutar de nuestra adolescencia hasta que el mundo adulto llamara a nuestra puerta.

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Acabábamos de terminar de cenar en casa de los Anderson. Nuestros padres ya habían empezado a beber para "celebrar la navidad", mientras que las madres de Luke y Scott se habían sentado junto a la chimenea para tomar un chocolate caliente para charlar sobre... Bueno, cosas del pueblo.

—Eh, Luke, ¿echamos unas partidas? —propuso Scott, ya con el mando en su mano.

—No creo que... —intentó decir el moreno.

—¡Scotty! —exclamó la señora Thompson, provocando que todos le mirásemos—. Nada de videojuegos en navidad —señaló con el índice a su hijo.