Como todos lo días, la alarma me avisaba de que debía despertarme, aquél sonido rojo, era tan desagradable, que ojalá no existiera. Estiré el brazo, apagandola a la primera, incorporándome en la cama adormilada, froté mis ojos, intentando acostumbrarme a la luz que se filtraba por la ventana. Me levanté de la cama, intentando no caerme, manteniendo el equilibrio, sintiendo ganas de vomitar, malditas pastillas, pensé poniendo una mano en la boca, corriendo hacia el baño individual que todas las habitaciones tienen, entrando en este rápidamente, levantando la tapa del inodoro.
Después de unos segundos, me levanté del suelo, teniendo un desagradable sabor en la boca, limpiandome está junto a las manos en el lavabo, para después volver a donde estaba antes, para mirar mi diario, viendo la última hoja escrita del diario, la cual solo contenía el nombre de aquél chico "Lee Minho".
Lo cerré y salí de mi habitación, con pocas ganas de desayunar, pero debía ir sí o sí, si no quería meterme en problemas. Caminé por el ruidoso pasillo, viendo, las ya normales, pinceladas de negro, llegando al siguiente pasillo de las salas comunes, siguiendo al resto al comedor. Busqué con la mirada a Sae, no encontrándola, por lo que me adentré, buscando una mesa vacía, sentándome en una apartada. Apoye mis brazos en la mesa, acostando mi cabeza, intentando seguir durmiendo, siendome imposible, ya que sentí unos toques en mi hombro, haciendome suspirar. Levanté la cabeza, observando la persona a mi lado, con una cara apenada.
—¿Puedo sentarme?—Pregunto un chico rubio con ojos marrón claro y pecas.
—No me importa—Conteste mirándo como se sentaba un poco más alejado de mí, guardando una distancia, creando un ambiente incómodo, sintiendo la tensión.
—¿Cómo te llamás?—Preguntó rompiendo el hielo.
—Kim Jiyeon, ¿Y tú?—Conteste mirándolo esperando una respuesta.
—Puedes llamarme Felix—Contesto el con una pequeña sonrisa saboreando su amabilidad, notandolo menos tenso.
Continuamos hablando poco a poco, mientras que traían los desayunos, conociendo el porque estaba aquí. Tenía transtorno de pánico, le daban ataques repentinos sin ningún peligro aparente, algo difícil de sobre llevar. Terminamos el desayuno y tuvimos que despedirnos, no sabía si me sentía agusto, ni si me gustaba su compañía, no me desagrada, no se, supongo que no está mal conocer a gente nueva.
Caminaba por el pasillo, queriendo llegar rápidamente a mi habitación, para dejar lo antes posible el ruido tan desagradable, de todo la gente hablando como si nada, algunos gritos alegres, otros enfadados, mezclándose entre sí, haciéndome ver aquellos colores negros y grises en el ambiente, que tan incómodo se me hacía. Llegué al pasillo de las habitaciones, donde todo estaba más tranquilo, busqué la habitación 067, y entré en ella. Me apoyé en la repisa de la ventana, mirando el cielo entre los barrotes, los pájaros con su verdoso sonido, haciendo curiosas formas adornando el cielo. Deje de mirar, sentándome en la cama, mirando la pared blanca de enfrente, la cuál la podría llamar "la pared de los pensamientos", desconozco la razón por la cuál cuando la miró mi cabeza empieza a pensar cosas.
Se me ocurrió una idea, que no podía hacer ahora, por lo que me levanté y fui hasta mi escritorio, apuntandola en una hoja del final, para que no se me olvidará y recordarla siempre y cuando quisiera. Cogí el libro que tenía al lado, y me dirigí de vuelta a la cama para retomarlo por donde lo había dejado, página 178. A los minutos mi concentración fue interrumpida, por unos toques en la puerta, suponiendo que eran las pastillas que debía tomarme está mañana. Me levanté, caminé hasta la puerta y la abrí, cogiendo las pastillas del enfermero, tomándome las junto al agua que me quedaba de anoche.
Continúe leyendo, hasta que se hizo la hora de ver a mi psiquiatra, Jung Hyo-ri, la mayoría de los días hablo con ella para que sepa cómo voy evolucionando, aunque no sea mucho, siempre me pregunta sobre todo. Abrí mi puerta viendo un enfermero que me esperaba afuera, adornando su cara con una sonrisa, para después acompañarme durante todo el camino a la consulta.
YOU ARE READING
•| Crazy For You |•| Lee Minho
Fanfiction❝La vida no es fácil, no te da nada de gratis, eso es un hecho que todos sabemos, la crueldad que se siente al vivirla puede depender de la persona, que elija ver las cosas positivas de la vida, al revés, al fin y al cabo todos somos libres de elegi...
