•|Capítulo 8|•

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Sentada mientras miraba el dibujo enfrente mía hecho por mí misma, el negro predominaba en mi mente causado por los horribles gritos y insultos de las personas a mi alrededor, estaba desolada, sola en aquél lugar que tapaba la pequeña luz que emitía mi bombilla, que a veces fallaba por falta de vida en los cables que me permitían seguir aquí. Quería salir, escapar sin preocupaciones, que no me importarse lo que dijera la gente y caminar por aquellas calles iluminadas por los rayos del sol.

No podía más con las voces que se colaban dentro de mi mente, me asfixiaba, me angustiaba, quiero no oír para no tener que escucharlos, quiero no pensar para no grabar cada palabra con fuego en mi cerebro, sin olvidarlas, guardando ese daño para siempre, esperando que alguien lo restaurase.

Me desperté sintiendo como mis pulmones me pedían oxígeno, empezando a hiperventilar, sabiendo que debía tranquilizarme. Incorporada en la cama, puse una mano sobre mi pecho, notando cada latido de mi corazón acelerado, respiraba profundo para llenar mis pulmones, todo se calmaba y empezé a percatarme de las lágrimas que caían por mis mejillas, manchando mi blanca camisa, para limpiarlas con mis manos. Me levanté de la cama, miré la hora, siete y media, no era tan temprano como me había parecido, pensé. Miré por la ventana, pero esta vez, bajando mi mirada a la calle, las personas caminaban por allí, unas más apresuradas que otras, pero eran libres caminando por aquella acera o conduciendo por el asfalto, yo caminaba por pasillos blancos ruidosos con gente "loca", como dirían comúnmente los demás.

Todos piensan que los que estamos aquí, somos unos locos, ¿pero que significa estar loco? Escuchar voces, escuchar cosas que otros no oye, tomar pastillas para hacer que todo funcione bien dentro de tu cabeza y convencerte de que estás bien, estar siempre triste porque no puedes sacar nada bueno, conductas agresivas... Supongo que todo eso y más es lo que piensan, ellos son normales, ¿Pero que significa ser normal?,¿Quién decide quién es normal y quién no? La sociedad está llena de prejuicios, provocados por la envidia, unos son más inteligentes que otros, unos más extrovertidos de otros, diferentes interés, diferentes problemas mentales o físicos, cuando algo no es como uno piensa es porque no es normal, pero pienso que la palabra "normal", no tiene un significado claro, todo aquello que es común o usual, no lo llegó a entender, esa palabra es demasiado rara para mí.

Me dí la vuelta y salí por la puerta, aún era algo temprano, por lo que, no había demasiada gente por los pasillos. Caminaba por ellos, mirando el suelo y cada paso que daba por este, distrayendome por el rugido de mis tripas, acelerando mis pasos. No tardé mucho en llegar al comedor, observando las pocas personas que estaban sentadas allí. Me senté en una de las mesas alejadas, apoyé mis brazos en la mesa y acosté mi cabeza sobre estos, cerrando mis ojos lentamente, volviendo a mi mente los recuerdos de antes, abriendolos evitando volver al estado de ansiedad de antes. Movía los dedos a un ritmo inventado, produciendo un leve sonido metálico por la mesa, hasta que escuché unos pasos acercándose a mí.

—Hola Jiyeon—Saludó somnolienta Sae, mirando como se sentaba.

—¿Qué tal?—Pregunte cruzando mis piernas al estilo indio, viendo cómo su cara respondía por ella.

—Hoy he mirado menos el techo, ¿Y tú?—Contesto riéndose levemente, mirándome.

—Un sueño malo, por lo demás bien, supongo—Dije levantando mis hombros.

...

Arrastrada y obligada por Sae, me encontraba andando por el pasillo, reclamándole mientras era ignorada por ella. Los enfermeros habían organizado una sesión de cine en la sala recreativa, yo no quiero ir, me aburre y me duermo, pero a ella le encanta, por lo que me tengo que aguantar. Llegamos a la sala, observando todo a oscuras, por las cortinas cerradas a excepción de la luz que emitía el proyector, además de estar todo lleno de sillas. Ya había varias personas allí, entramos acostumbrandonos a la oscuridad y soportando las voces de los demás, que hablaban emocionados sobre la película, nos sentamos, no teniendo que esperar demasiado para que un enfermero preparara todo y le diera al play.

•| Crazy For You |•| Lee MinhoWhere stories live. Discover now