•| Crazy For You |•| Lee Minho

•|Capítulo 39|•

Caminaba por lo jardines de la universidad, revisando lo que había apuntado en mi móvil que debía de hacer para mañana, tenía que llegar pronto a mi casa sino no me daría tiempo a hacer todo. Suspiré abatida, empezando a caminar con más rapidez. Habían pasado varios meses desde que salí del psiquiátrico, los meses más felices de mi vida, aunque también estresantes, incorporarme a mitad de curso no me había facilitado las cosas, pero estaba haciendo lo que me gustaba, estaba contenta y feliz, no podía pedir más, tan solo había un detalle que aún estaba vacío...no había visto a Minho desde entonces, no me había olvidado de él y mucho menos mis sentimientos por él se habían ido, había aprendido a convivir sin tenerlo a mi lado, pero aún tenía momentos en los que me hubiera gustado tenerlo junto a mí. No me podía quejar de nada, estaba estudiando lo que quería, veo a Sae todos los días, estoy con mi familia, ya había apartado el insignificante hecho de que era adoptada, no tenía relevancia ninguna, tan solo me hacían más daño. He aprendido a quererme y a mimarme, a saber dónde poner los límites y a tomar las riendas de cada asunto antes de que se descontrolen las cosas, era una nueva yo, la mejor versión de mi misma que nunca he tenido, gracias a todo lo sucedido en el pasado, soy lo que soy en el presente, no me arrepiento de nada, no sabía lo que implicaba mirar desde arriba lo que hay al fondo de un pozo, pero...he salido, y eso es lo que importa.

El camino de la universidad a mi casa no era muy largo, tomaba unos veinte minutos, aunque si me entretenía podría pasar a media hora o incluso una hora. Hay muchas tiendas y cafeterías que me pueden distraer, por eso hoy intentaba mirar lo menos posible, mi tiempo libre para hacer todo lo planeado dependía de estos minutos y no los desperdiciaría mirando algún escaparate o llenándome los ojos observando con deseo los pasteles de alguna cafetería.

Le escribí un mensaje a Sae, diciéndole que ya me faltaba poco, había insistido días anteriores que me quería ayudar en el proyecto de fin de curso, quería avisarla para que no se desesperase. Vi en la pantalla el nombre de Sae, ¿Para qué me estaba llamando?

-¿Sucede algo?-Pregunté mirando el camino para no caerme.

-Nada, solo quería divertirte de camino a tu casa-Escuché una leve risa al otro lado del teléfono.

-Bueno, pues cuéntame algo-Sonreí expectante a escuchar lo que me quería decir.

-Pues mira, sabes que yo soy muy cotilla, y la vecina de al lado, a las siete de la mañana, se ha puesto a discutir con su marido, y yo aunque estaba muy muerta, quería enterarme de todo-Hizo una pausa para reírse, mientras yo ya me esperaba cualquier cosa.

Pasé por al lado de unos mesas que correspondían a la terraza de la cafetería por la que estaba pasando, no dando mucha importancia a la gente, hasta que una risa llegó a mis oídos, haciendo que me girará bruscamente, dejé de escuchar a Sae, me quedé mirando al chico de pelo negro que justo había dejado de reírse cuando se percató de mi mirada, esos ojos castaños...no podía ser...

-Minho-Susurré sintiendo como esa simple palabra aceleraba mi corazón.

-¿Qué acabas de dec?-Colgué la llamada no dejándola que terminará la pregunta, y corrí hacia él.

Se levantó de la silla y me recibió con una cálido abrazo, apoyé mi cabeza en su pecho, sintiendo como las lágrimas comenzaban a salir. Esto debía de ser un sueño, no podía ser real, ¿De verdad estaba abrazando a Minho?, Después de tanto tiempo, por fin habíamos logrado reencontrarnos, no sabía que pasaría después, si seguiríamos siendo lo que fuimos una vez, si de verdad todo había terminando entre nosotros, no lo sabía, tan solo quería disfrutar de este momento, no me importaba nada más que él, la cantidad de cosas que debía de hacer se habían esfumado de mi mente, tan solo quedaba aquella calidez que sentía cada vez que estaba junto a él. Levanté mi cabeza intentando mirarlo a los ojos, conectando mi mirada con la suya, esos destellos que tanto echaba de menos, la sonrisa que reproducía en mi cabeza cada vez que me venía a la mente algo relacionado con él.