Salí de la consulta de mi psiquiatra, sintiendo el silencio que dominaba, preparándome para entrar en el siguiente pasillo, donde el ruido es el mayor protagonista. Escoltada por un enfermero, me dirigí al pasillo por el cuál no podía salir a no ser que fuera la hora de visitas o me llamará un enfermero para mí chequeo con mi médico.
La puerta fue abierta y entre, escuchando el sonido de esta cerrándose junto con los gritos de los allí presentes, el ruido era de un color negro azabache, ya me había acostumbrado. Caminaba por el pasillo indiferente de cualquier persona, liso, simple...nunca me ha gustado. Llegué al pasillo de las habitaciones, donde todo el ruido se volvía blanco, y mi mente volvía a descansar. Busqué mi habitación, 067, un número solitario, estaba lejos de la puerta principal, pero no había perdida, todo recto derecha. Llegué y abrí la puerta, cerrándola poco después, revise la posición de cada objeto en esta, notando todo en su correspondiente lugar. Abrí las cortinas de la ventana con rejas, observando el cielo azul y el verde sonido de los pájaros, me giré para coger el libro que saque ayer de la biblioteca comunitaria, "La vida invisible de Addie Larue" y me senté en la cama empezando a leerlo, sintiendo el sabor de cada una de las palabras que se encontraban escritas en cada página que pasaba. No es que me gustará leer o algo parecido, tampoco me entretiene, pero mi psiquiatra me lo recomienda mucho, la verdad no sé qué pensar respecto a ello, pero al menos puedo gastar mi tiempo haciendo algo, no hay mucho entretenimiento por aquí, bueno, si le hechas imaginación, en un psiquiátrico puede haber muchas posibilidades, pero no me divierte nada, es esfuerzo desaprovechado.
Continúe concentrada en mi lectura, aunque no por mucho tiempo, ya que mi mente fue interrumpida por repentinos pasos apresurados acompañado con la apertura de mi puerta y un gran portazo para cerrarla. Me quedé observando al chico que se acababa de colar en mi habitación, complexión delgada, pelo negro desordenado, respiración agitada y la misma vestimenta a la mía, camisa blanca con pantalones blancos junto con unas zapatillas del mismo color, todo original, haciendo que mi mente asociará a la persona que miraba a un color, rojo. Me quedé en silencio a la espera de que digera algo, pero creo que no se ha dado cuenta de mi presencia.
-¿Quién eres?-Pregunte mirando mi libro una última vez, "página 178", dije en voz baja, pensando en que era elegante y dinámico, memorizandola al instante, volviendo mirar al chico que ahora tenía la mirada en mí.
-Dejame esconderme un ratito-Contesto con una leve risa burlona, sintiendo varios sabores en las palabras escuchadas, salado y ácido para ser exactos.
-Como quieras—Volví a lo mío con indiferencia, sin prestar atención a lo que hiciera, deseando que se fuera.
El silencio hizo acto de presencia, ni pasos apresurados ni nada parecido, teniendo que despedirme nuevamente de mi concentración, debido a que la voz del chico rompió el hielo.
-Nunca te había visto y mira que conozco gente aquí-Se acercó a mi, saliendo de algún lugar que no sabía-Dime tu nombre, a ver si me refrescas la memoria-Termino con una amplia sonrisa, sintiendo un sabor dulce en estas palabras.
-Kim Jiyeon-Conteste sin más manteniendo mi mirada en sus ojos, observando cómo su expresión cambiaba a una pensativa.
-Jiyeon...Jiyeon...creo que ya se quién eres-Cambió su expresión a una divertida-Eres esa que puede saborear palabras y cosas así ¿verdad?-Pregunto emocionado sentándose a mi lado, haciendo que lo mirará extrañada, no sé cómo puede sacar tanta energía.
-Supongo-Levanté mis hombros no entendiendo bien que quería.
-Y veo que también eres aburrida, ¿No sabes sonreír?-Puso un dedo en cada extremo de mis labios levantándolos, haciendome una sonrisa extraña, apartando sus manos, sintiendo un sabor amargo en sus palabras.
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•| Crazy For You |•| Lee Minho
Fanfiction❝La vida no es fácil, no te da nada de gratis, eso es un hecho que todos sabemos, la crueldad que se siente al vivirla puede depender de la persona, que elija ver las cosas positivas de la vida, al revés, al fin y al cabo todos somos libres de elegi...
