•| Crazy For You |•| Lee Minho

•|Capítulo 28|•

Cada día pasaba, aprendiendo algo nuevo de mi misma, decidía de cada cosa que hacía, si me gustaba o no, si me agradaba aquella persona o me desagradaba esa otra, me resultaba menos difícil decidirme, me acostumbraba a la nueva normalidad que estaba apareciendo delante mía, anhelaba descubrir nuevas cosas...aunque...a la vez me daba miedo...me daba miedo descubrí cosas que no acepte de mi misma, que no me guste lo que soy ahora...no sabía que hacer en ese sentido, estaba todo muy confuso dentro de mi...pero no desaprovecharía la nueva oportunidad que me estaba brindando la vida.

Busqué con la mirada a Sae, encontrándola en la misma mesa de siempre, me acerqué a ella, viendo cómo se daba cuenta de mi presencia levantando su brazo para saludarme.

—¿Qué tal estás Jiyeon?—Preguntó cuando me senté a su lado, mirándome con una amplia sonrisa, ella también había ido cambiando estás últimas semanas o eso era lo que notaba yo.

—Bien, creo—Ladeé mi cabeza pensando en si estaba bien o no.

—¿Nada nuevo aquí dentro?—Señaló mi cabeza con una sonrisa, a lo que negué—Bueno, no te desanimes—Agarro mi mano con fuerza dándome ánimos, aunque no es que sirviera de mucho.

—Tengo hambre—Mis tripas rugieron, era por la mañana, el desayuno tendría que estar listo, pero aún no lo habían empezado a repartir.

—Yo también tengo algo de hambre—Sus palabras sabían dulces, se la veía feliz, era raro verla así tan temprano, siempre está cascarrabias a estas horas.

—Estas muy sonriente—La miré levantando una ceja esperando a que me dijera que le pasaba.

—Me he levantando con el pie correcto—Rió levemente dejando de mirarme para clavar su mirada en el enfermero que se acercaba a nuestra mesa con dos bandejas.

Recibimos nuestros desayunos, comimos mientas hablábamos, me gustaba este momento, a pesar del escándalo que los demás hacían, yo me sentía tranquila, apreciaba pasar tiempo a su lado...nunca pensé que podría llegar a valorar algo así, era extraño pensar de esta manera, pensar que me agradaba algo o alguien era algo que mi mente, ahora, lo hacía solo.

Terminamos, nos levantamos de nuestros asientos, para dirigirnos a su habitación, me había comentado algo en lo que quería que la ayudará, sabía que no sería de ayuda, no servía para nada, pero ella quería que lo intentará, no sabía en que estaba pensando ni en porque insistía tanto en que fuera yo, ya lo descubriría cuando llegáramos allí. Caminábamos entre la muchedumbre que se encontraba en los pasillos, las pinceladas de negro y blanco me abrumaban, por eso no me gustaba estar entre tanta gente, al ser diferente a ellos no me podían entender, se creerían que estoy loca, como la mayoría de personas que conocen de mi peculiaridad. Llegamos a la puerta de su habitación, la abrió, me invitó a entrar, cosa que hice automáticamente, escuchando la puerta cerrarse a mis espaldas.

—Mira, es esto, me lo dio mi psiquiatra, pero no sé cómo rellenarlo, no entiendo algunas preguntas y suponía que tú ya lo habías hecho—Se acercó a mí con un papel, entregándomelo, miré por encima el contenido recordando haber hecho lo mismo la semana pasada.

—Cierto, lo hice con mi psiquiatra, ella me explico con detalle cada duda que me surjía—La miré observando una sonrisa aliviada.

—Ayudame porfavor, lo tengo que entregar hoy y no lo he hecho—Junto sus manos y me rogó haciendo un puchero con sus labios.

—Vale—Levanté mis hombros sin más, no tenía nada mejor que hacer, no sería ningún problema.

...

—Ah, que alivio, menos mal que yasta—Se tumbó en la cama suspirando con una sonrisa en su cara.

—No es para tanto, tan solo era responder unas preguntas tipo test—La miré confundida, me parecía exagerada su reacción.