•| Crazy For You |•| Lee Minho

•|Capítulo 24|•

Caminaba por el pasillo siguiendo a un enfermero, me había llamado mi psiquiatra aunque no me tocase hablar hoy con ella, me parecía raro, nunca me había llamado en días que no eran, poniéndome nerviosa que fuera por algo importante, no me sentía preparada para lo que fuera que me dijera, ni tampoco dispuesta a razonar. Me abrió la puerta invitándome a entrar, haciendo caso, viendo a mi psiquiatra sentada en la silla con la misma posición que siempre me la encontraba.

—Buenas tardes Jiyeon, sientese porfavor—Me senté en la silla enfrente de su mesa de escritorio, escuchando la puerta cerrarse detrás mía—Tengo una noticia muy importante que darle—La miré expectante, no sabía porque le gustaba guardar tanto el misterio—Sabe que le hemos estado haciendo exámenes físicos y analíticas de sangre durante estas semanas—Asentí desesperandome, quería que lo dijera de una vez—Todo era con un objetivo, debido a los tratamientos propuestos durante estos dos años, y ninguno ha dado resultados positivos, he querido atrasar esto lo máximo posible, ya que puede tener efectos secundarios poco recomendables, pero es la única opción que nos queda—La miré sorprendida por la última frase, ahora me sentía ansiosa, curiosa, la pequeña luz de esperanza que tenía daba pequeños destellos, sintiendo como no todo estaba perdido.

—Digame ya que es porfavor—Necesitaba saberlo lo antes posible.

—Estimulación magnética transcraneal o EMT, más sencillo—Fruncí mi ceño confundida, como me parecía normal, no había escuchado ese nombre en mi vida—Es una técnica no invasiva, que se realiza si ninguno de los anteriores tratamientos ha funcionado y se basa en estimular la zona del cerebro que controla las emociones, activandola—Explicó con detenimiento, creyendo que lo había entendido.

—Entonces eso...¿Cuanto tiempo es?... ¿Cuándo empiezo?—Estaba llena de dudas, no sabía ni por dónde empezar.

—Le explico, son sesiones diarias, cinco veces por semana, de cuarenta minutos a una hora, durante cuatro semanas, puede que después de cada sesión tengas dolor de cabeza, aturdimiento, hormigueo en los músculos faciales o molestia en el cuero cabelludo, cualquier síntoma que no sea ese, debes avisar a algún enfermero inmediatamente—Hizo una pausa para mirar un papel, suponiendo que para recordar algún detalle más—He acordado todo para que tu primera sesión sea hoy, tranquila, no corres ningún riesgo, es totalmente segura y seguramente después de que termine el tratamiento, los síntomas de la anhedonia mejoren o incluso desaparezcan por completo, ¿Que te parece?—La última frase sonó demasiado bien para mi gusto, ¿Desaparecería?... ¿Enserio?... parecía una broma, pero ella hablaba muy enserio.

—Muy bien—No sentía felicidad ni nada, era algo que este momento me gustaría poder expresar, pero no podía, si con eso podía lograrlo, lo haré sin dudarlo.

—Vale, pues te acompañaran hasta la enfermería, dentro de una hora pasará el médico que te realizará la primera sesión y te explicará cómo funciona todo—Una sonrisa adornó su cara, tenía un sabor dulce en sus palabras, parecía feliz de poder poner fin a todo esto.

Me levanté de mi silla y me dirigí a la puerta mientras me despedía de ella, la abrí, para después salir de ella solo pensando en que porfin le pondría fin a todo, podría sentir esa felicidad tan anhelada.

...

En tan solo unos minutos, me encontraba en la enfermería, acostada en una camilla esperando a que llegará ese médico que había nombrado mi psiquiatra con mucha ansias de empezar, no sabía cómo sería cada sesión, pero si había dicho que eran seguras para mí, todo debe de estar bien, además me habían hecho muchas pruebas y todas han salido bien, porque sino no, no me lo hubiera dicho. Mientras jugaba con mis dedos nerviosa, escuché la puerta de la enfermería abrirse, sintiendo como el corazón me daba un vuelco, el médico, fue lo primero que pensé, la cortina de abrió, dejando ver a Minho y a Sae, sintiendo como mis nervios se relajaban.