•|Capítulo 30|•

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En las siguientes dos semanas, todo había cambiado, ya no era la misma de antes, había progresado, al menos eso me decía mi psiquiatra para animarme, algunas veces lo conseguía, a pesar de las constantes guerras que tengo conmigo misma para lograr contradecir a mi parte negativa, tenía claro que algo me pasaba, no sabía exactamente si estaba feliz con ello o si consiguiría llegar a la felicidad después de que consiga aclararme, lo que sí tenía claro era las diferencias que presenta mi interior a cuando entré. Antes tan solo deseaba que el sol se volviera a esconder para poder pasar al siguiente día repitiendo lo mismo, estaba muerta en vida, tan solo seguía viva por inercia, ahora... podía llegar a gustarme un día, pensar que todos los que un día me hicieron la vida imposible, no tenían razón, tengo valor, no soy una inútil, intento convencerme con esas ideas, siempre quedaba una parte que no quedaba satisfecha con sólo eso, pero me ayudaba a calmar mis ataques de ansiedad, con eso me bastaba. No era solo eso lo que tenía rondando por mi mente, una persona en particular me producía unas emociones nunca antes sentidas, me daban curiosidad por saber a que me conducirían, que me depararía si les hago caso, con solo pensarlo mis pulsaciones de aceleran, aunque logro calmar las antes de volverme un auténtico caos. Estos últimos días, había estado rara, aparte de estar adaptándome a todo lo nuevo y lo que intentaba salir, extrañamente no había presenciado ninguna pelea interior, todo estaba relajado, lo agradecía pero, sin poder remediarlo, me sentía algo vacía, eso había sido parte de mí muchos años, ¿Desaparecería para siempre?

Volvíamos del desayuno, yo, Sae y Minho, hacía algo de tiempo que no íbamos los tres juntos de esta manera, me gustaba, aunque escuchar los constantes piques estre ellos me desesperaba, igual que las indirectas demasiado directas como para llamarse indirectas que le lanzaba ella, involucrándome a mí en cada una. Los miré un momento, dándome cuenta que no estaban a mi lado, busqué a mi alrededor, viéndolos más atrás, peleándose...se puede decir que se lleven bien. Suspiré caminando en dirección contraria a antes para encontrarme con ellos.

—Ya basta—Escuché un silencio por parte de ellos, cogí sus manos, poniéndome a mí en medio de ellos dos—Vamos a hablar pacíficamente y con tranquilidad—Los miré dedicándole una mirada amenazante a cada uno.

—Uhm...uy que buen clima—Destacó mirando a la pared, en donde no había ni una sola ventana.

—Sí...hace un sol muy bueno—Escuché esta vez a Sae, confundiendome.

—¿Qué tipo de conversación es esta? Estamos dentro de un psiquiátrico, ¿Qué más da el clima?—Interumpí su apasionado diálogo, no entendiendo nada.

—Tú has dicho que tengamos unas conversación tranquila—Contesto Minho con una pequeña sonrisa.

—Ni siquiera hay ventanas en este pasillo—Añadí a mi argumento anterior.

—Te tengo que enseñar tantas cosas—Murmuró en voz baja haciendo un pequeño gesto que no sabía cómo interpretarlo, no sabía si era bueno o malo, había cerrado los ojos, levantando uno de sus brazos cerrando su puño y mordido levemente su labio, tenía una expresión de satisfacción, no entendía nada, no soy buena entendiendo el lenguaje corporal.

Escuché una voz llamar a Sae, nos paramos en medio del pasillo y nos giramos para ver que era un enfermero.

—Voy a ver que quiere, vosotros ir yendo a la habitación, ya os alcanzo después—Nos miró a ambos para después alejarse haciendo un además con su mano, despediendose de nosotros.

Continuamos el camino nosotros dos, hasta que llegamos a la puerta de mi habitación, la abrí comprobando que todo estaba en su sitio, me aparté un poco dejando paso a Minho, cerrando la puerta cuando ya estaba dentro. Me acerqué al filo de la cama y me senté, dejando caer el resto de mi cuerpo sobre esta, cerrando mis ojos por un momento, relajandome, estábamos los dos solos hasta que llegará Sae...Recordé lo que pasó una de las últimas veces, moví mi cabeza rápidamente para dispersar ese pensamiento, abriendo mis ojos y incorporándome en la cama, viendo que también se había sentado cerca mía, pensando en algo para empezar la conversación, sintiendo cierta curiosidad por algo, ¿Conocerá a la chica que le guiño un ojo a Sae?

•| Crazy For You |•| Lee MinhoWhere stories live. Discover now