•|Capítulo 23|•

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Toqué la puerta, siendo abierta a los segundos, dejándome ver a una sonriente Sae.

-Hola, ¿Qué tal?-Se apartó un poco, dejándome paso.

-Bien...-Dude al responder, entrando a la habitación.

-Siempre igual-Suspiró cerrando la puerta-Alegra esa cara hombre-Se acercó a mí, sentándose a mi lado.

-Ya me conoces, eso no es posible-Deje mi torso reposar en la cama mirando al techo.

-Pero no lo intentas, una sonrisita solo-Se tumbó a mi lado riéndose, no le había dicho que había medio "sonreído" sin darme cuenta estando con Minho.

-Mucho ejercicio para mis mejillas-

-Cuando decidas hacerlo, te van a salir agujetas en ellas-

-Eso no es cierto-La miré con el ceño fruncido.

-No lo sabes-Suspiré levemente, no podía llevarle la contraria ahí.

...

Salí de la habitación de ella, entrando en la mía, era hora de la comida, y también una de las pocas veces que tenía hambre y quería comer algo, solo esperaba que no fuera algo asqueroso. Esperé a que tocarán la puerta, la abrí, recogí la bandeja, la cerré con el pie, ya que tenía las manos ocupadas y dejé la bandeja en la mesa, para levantar la tapa y alejarme un poco, no quería tener todo el humo del calor en la cara. No tenía mala pinta, me senté, cogí los palillos y me dispuse a comer.

Un rato más tarde me encontraba de vuelta en la cama, mirando el techo, esperando a que pasará el tiempo, no vendrían a verme, hoy tenían trabajo por la tarde, así que estaría más tiempo sin hacer absolutamente nada, hasta que aparezca alguien que se cuele en mi habitación con el objetivo de hacer cosas, todo lo contrario a lo que tenía pensado para hoy. No tardé en escuchar los toques en la puerta, que formaban la melodía de una canción que desconocía o simplemente era inventada.

-Adelante-Grite incorporandome en la cama, cruzando mis piernas al estilo indio, miré la puerta, observando a un Minho sonriente, pero a la vez confundido.

-Vengo a contarte algo, en lo que he estado pensando toda la mañana-Se acercó y se sentó a mi lado, cruzando las piernas igual que yo.

-Soy toda oídos, tienes todo el tiempo que quieras-No tenía nada mejor que hacer,estaba expectante por escuchar lo que se le había ocurrido está vez.

-Me he estado preguntando, ¿Qué soy?-Hizo una pausa mirando sus manos, como si intentará descifrar algo-¿Y si, no soy humano?, ¿Y si, nada de lo que veo es real?-

-Minho, las pastillas te han sentado mal-Iba a continuar pero puso un dedo en sus labios indicando que me callará.

-He estado pensando y pensando, cada una de las cosas que hago, que me gusta hacer, que es lo que me gustaría ser, tan solo estaba intentando encontrar una respuesta a aquella pregunta-Lo miré extrañada, intentando buscar algún signo de que no estaba en su sano juicio, pero parecía completamente bien, a excepción de lo que me estaba diciendo-Entonces, he llegado a una conclusión-Hizo una pausa dramática, provocandome cierta curiosidad por la conclusión que había sacado de todo-Soy una mierda-

-¿Cómo?-Pregunté estupefacta, eso era lo que menos me esperaba.

-Una de gato y además demasiado perfecta para este mundo-Iba a comentar algo de ahí cuando volvió a hacerme el gesto de que callará-Hay no acaba la cosa, ¿Cómo es posible que esté hablando ahora mismo, si soy un caquita de gato? No lo sé, soy un ejemplar especial-Me había quedado sin palabras, era tan estúpido todo lo que había dicho, nada tenía sentido, definitivamente las pastillas tenían algo más, algo así es normal en un sitio como este, pero aún así...

•| Crazy For You |•| Lee MinhoWhere stories live. Discover now