•| Crazy For You |•| Lee Minho

•|Capítulo 36|•

Miraba la comida mientras movía los palillos sin muchas ganas de comer, tan solo podía pensar en las palabras de mi psiquiatra, hoy solo me había preguntado cosas haciendo referencia a Minho, no sabía que tenía que ver, a que se debía el gran interés de saber que tipo de relación teníamos los dos.

Flashback

-Buenos días señorita Jiyeon-Le sonreí levemente y me senté en la silla, intentando relajar los nervios inevitables-¿Cómo se encuentra?-

-Bien, mejor que antes-Contesté agrandando mi sonrisa, viendo cómo asentía levemente.

-¿Qué tal con las demás personas?-Me quedé pensando la intención de esa pregunta, descartando mis pensamientos.

—Supongo que todo bien, tampoco he conocido mucha gente como para saberlo—Contesté dudosa no sabiendo si se contentaría con sólo eso.

—¿Algo nuevo en las amistades que tienes?—Sentí como esa pregunta se me clavaba en el pecho, una de las cosas que había descubierto era que no me gustaba mentir, pero si no lo hacía...no sabía que podía pasar.

—Bueno...me he hecho más amiga de Minho—Es solo ocultar información, no es mentir, solo oculto información, me intentaba autoconvencer, apreté mi mano donde estaba el anillo, haciéndome algo de daño.

—La verdad que os he visto algunas veces por el pasillo, y debo decir que se os ve muy unidos—Asintió repetidas veces mientras escribía, tranquilizandome—He visto que incluso tenéis anillos a conjunto—Comento, intenté saborear sus palabras, pero era raro, por lo que me limité a asentir—¿Algo que me quieras comentar respecto a ese tema?—Negué bruscamente apretando un poco más mi mano.

Fin del flashback

Pasé mis manos por mi cara, eso tan solo había sido una parte, pero estar una hora escuchando cada pregunta de ella, me exprimía el cerebro, me sacaba cualquier tipo de información, pero había resistido bien ocultando mi relación con Minho, no sabía que pasaría si lo hubiera dicho, pero acordamos mantenerla en secreto, solo lo saben Hyunjin y Sae, confiábamos en que ellos no dirían nada y de momento estaba siendo así.

Decidí empezar a comer cuando mis tripas rugieron, terminé, tapé la bandeja, toqué la puerta, se la entregué al enfermero, cerré la puerta, y me dirigí a la cama, dejándome caer encima de esta, pensando en ponerme a leer.

...

Unos toques en la puerta se hicieron presentes, esperandome unos segundos, identificando la melodía, era él, me levanté con energía, dejé a un lado el libro y me dirigí rápidamente a la puerta, la abrí dejando ver a un sonriente Minho enfrente de la puerta, cogí su mano y lo metí para adentro, cerrando la puerta al instante.

—Vaya, se que querías verme, pero relájate—Me miró con una expresión burlona, haciéndome suspirar.

—No era por eso... simplemente, no quería levantar más sospechas, que estes esperando justo enfrente de mi puerta es raro...—Aun tenía en mi mente lo que había hablado con la psiquiatra y lo que había supuesto de sus comentarios, claramente tenía sus sospechas de nosotros dos.

—Tienes razón, pero me has dado falsas ilusiones—

—¿A qué falsa ilusiones te refieres? A mí me explicas las cosas, que soy algo lenta con las interacciones sociales—