•|Capítulo 18|•

17 3 0
                                        

Caminaba por el pasillo como todos los días, está vez con menos personas, pero al fin y al cabo, volvía de mi habitación después del desayuno, acompañada de Sae, me había acompañado estos días en todos los momentos que ella podía, para que no cometiera ninguna tontería, pero me era simplemente imposible, ¿Qué debo de hacer si mis padres adoptivos me han remplazado? ¿Estar feliz?

Llegamos a la habitación, abrí la puerta, revisé con la mirada y entré, dejando que ella cerrará la puerta detrás de mí.

—¿Qué hacemos?—Pregunto acercándose a la cama donde me había tirado sin más, segundos antes.

—Nada—Murmure poniendo mi cara contra la almohada.

—Animate, ya han pasado tres días desde que te enteraste, además eso de que te remplazaron es lo que sientes tú, no la intención de tus padres—

—¿Y que hago?—Me incorporé para mirarla.

—Dejar de pensar en eso como un abandono—

Suspiré y volví a poner mi rostro contra la almohada. No pensaba con claridad, todo se había salido de control y era incapaz de poder hacer las cosas bien sin querer matarme por el camino.

Sae intentanba animarme, incluso me decía que conociera a mi "hermano", ni siquiera era de verdad, es como si fuera una tapadera, no conocía a mis padres biológicos, ni siquiera sabía si tenía algún hermano biológico, aunque la verdad no me interesa saber de su existencia, por su culpa nada a sido fácil en mi vida, todo han sido problemas y más problemas, y ahora las únicas personas que parecían mi familia, sentía que me había abandonado en este lugar, para siempre.

Continuó hablando conmigo hasta que llegó la hora de la comida, no tenía ganas de nada, simplemente de tirarme por la ventana con barrotes que tenía enfrente de mis ojos, ser libre, acabar con todo. Mi mirada viajaba de la bandeja con comida hacía la ventana, se podría decir que estaba tranquila, por mí apariencia, pero por dentro rota, aún más, si eso era posible, desesperada por encontrar una solución que me hiciera encontrar esa felicidad que anhelaba con todo mi ser, nunca quería nada, no me gusta nada, pero eso...esa simple palabra...era mi deseo más grande...y el camino para encontrarla se me está haciendo eterno y pesado, tanto, que dejaría de hacerlo y me quedaría por el camino si este lugar me lo permitiera.

Me faltaba el aire, quería una forma de acabar con el sufrimiento que me está provocando vivir, pero no podía, era imposible, no había ninguna manera, no hay ningún opción para escapar de algo como eso, no en este lugar. Necesitaba calmarme, no podía de otra manera que no fuera hacerme daño, aunque eso no fuera suficiente para mi objetivo, sería darme una esperanza a mi misma, por pequeña que fuera

Agarré mi brazo, clavando mis pequeña uñas mientras buscaba algo que me ayudara en la agonía, mi otra mano se situaba en mi pecho, como si me ayudará de alguna manera a respirar, pero no era posible. Sentí como me empezaba a arder el brazo, miré este, había conseguido hacerme sangre, poco pero funcionaba.

Dejé de buscar alguna solución, sentía el frió suelo en mi espalda mientras observaba mi brazo, de los recientes arañazos salían pequeños hilos de sangre, que resbalaban por este, desconectada totalmente de mi alrededor, mi pecho subía y bajaba con una respiración profunda y tranquila, todo se calmaba a mi alrededor.

—¿Qué haces?—Volví a la realidad, me incorporé bruscamente ocultando mi brazo, observando quién había hablado, encontrarme a Minho.

—¿Qué... qué haces aquí?—

—No me abrías la puerta, así que simplemente entré—Se acercó a mí, haciendo que me echará para atrás.

—No te había escuchado, espera un momento—Me levanté rápidamente para dirigirme al baño de mi habitación, pero una mano agarró el brazo que intentaba ocultar lo máximo posible.

•| Crazy For You |•| Lee MinhoWhere stories live. Discover now