Mi estado no ha sido el mejor de todos durante todo este mes, caídas y más caídas, aunque siempre intentase dejar mi mente en blanco, nunca funcionaba, como si mi mente lo necesitase a él. Hablando de Minho, creo que él tampoco a estado muy bien, ya era raro el día que como máximo me encontrase con él una vez, y siempre era por un tiempo muy reducido, se veía sumido en sus pensamientos, el exterior no le importaba, además de que no había provocado ningún escándalo, lo cual me llevaba a la conclusión bastante clara de que nada iba bien. Puede que sea que esté atravesando un momento duro con su problema, la medicación, no lo sé, solo quería ayudarlo como él hizo aquél día.
Caminábamos por el pasillo después de desayunar, se había formado un silencio incómodo entre los dos, que solo era interrumpido por los repentinos gritos de alguien o alguna conversación de la gente que pasase cerca. Mis manos jugueteaban con mis dedos detrás de mi espalda mientras miraba de reojo a la persona al lado mía, que se encontraba más sombría y callada de lo normal.
-¿Qué tanto mirás?-Pregunto con un tono burlón girando su cabeza para mirarme, sin apartar mi mirada de él.
-Creo que es lógico-Iba a añadir algo más, pero pensé que hablar de ello en medio del pasillo, no sería lo más indicado ni lo más cómodo para él.
-Ya se que soy guapo-Una pequeña sonrisa adornó su cara, para después volver a mirar al frente.
Llegamos a la puerta de mi habitación, la abrí, escaneandola primero, viendo que todo estaba en su sitio. Entré, dejando que él pasará, me tiré sobre la cama, como si fuera lo último que fuera a hacer en mi vida, y cerré mis ojos por un momento, escuché la puerta cerrarse con un leve sonido, haciéndome saber que había entrado, abrí mis ojos, viendolo apoyado en la pared que tantas cosas me provocaba, al lado de un dibujo que me había hecho él días antes, era un gato, me dijo que le gustaban mucho y que le gustaría tener uno cuando saliera de aquí, aún desconozco la razón de porque me lo dio, incluso lo puso él mismo en mi habitación. Me incorporé observándolo con más detenimiento, me transmitía soledad, dolor, tristeza, no era común en él, siempre irradiaba felicidad y alegría por donde pasase, algo bastante incómodo para mí, pero al mismo tiempo me preocupaba verlo así.
-¿Estás bien?-Pregunte observando un pequeño sobresalto de su parte, lo había sacado de sus pensamientos.
-Oh, sí, no te preocupes-Contesto con una pequeña sonrisa, el sabor en sus palabra era amargo, nervioso, inquietud.
-Sabes que no me tienes que mentir, déjame ayudarte-Dije levantándome, me acerqué siendo frenada por su voz, más sería y fría de lo normal.
-No, no puedes, no puede ayudarme nadie, yo decidí estar en esta situación, es culpa mía, no entiendes nada de lo que me sucede-Resonaba en toda la habitación, sus manos pasearon por su cara con rapidez, y apretaba sus puños, lo que me confundía aún más.
-Dejame entender-Fui interrumpida por su voz nuevamente.
-No puedes, no puedes, déjame-No me miraba, su vista estaba clavada en el suelo, sus manos se aferraban a la blanca pared, incluso parecía empezar a arañarla, estaba teniendo un ataque nervioso. Me acerqué a él poco a poco, y levantando mi mano para acercarla a su cara, intentando devolverle el gesto que me ayudó a mi, pero en un movimiento rápido cogió mi muñeca, haciendo que soltara un leve grito de la sorpresa.
-Solo quiero ayudarte, bueno, no puedo querer nada, pero al menos tengo esa necesidad-Dije con sinceridad sintiendo como el agarre en mi muñeca se intensificaba, hice una mueca de molestia pero no me moví. De un momento a otro, pareció como su mente se diera cuenta de lo que estaba sucediendo, subió su cabeza, dándome tiempo a mirarle los ojos, llenos de dolor y
de enfado, antes de que soltara mi agarre, y saliera de allí con gran agilidad mientras su dibujo caía como una hoja de un árbol en otoño, en dirección al suelo, junto a un portazo.
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•| Crazy For You |•| Lee Minho
Fanfiction❝La vida no es fácil, no te da nada de gratis, eso es un hecho que todos sabemos, la crueldad que se siente al vivirla puede depender de la persona, que elija ver las cosas positivas de la vida, al revés, al fin y al cabo todos somos libres de elegi...
