SEGUNDA CARTA

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Juicio

Me has insultado con tu voz, la misma que eleva una oración de amor.
Me has mirado con odio, con los mismos ojos que alzan su mirada al cielo.
Me has maltratado con tus manos, las mismas que juntas para pedir por los demás.

Hombre: sigues haciendo daño a tu igual.
En este caso, por su preferencia sexual.
Podrás sentirte grande con tu fuerza que golpea, pero jamás matarás lo que soy, todo eso sigue intacto, no importa cuanto hagas, hoy no pude luchar contra ti, pero mi rostro y mi nombre seguirán presentes, en cada beso, en cada caricia, en cada abrazo que dé.

Pero por ahora, ya no puedo permanecer.
Ya no quiero luchar más.
Ya no iré a contracorriente.
Voy a dejarme arrastrar hacia donde el viento me quiera llevar.

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