LUCIFER

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El término “Lucifer” según el diccionario de la Real Academia de la lengua Española (RAE) lo define como la forma poética de llamar a un lucero. Del mismo modo, de acuerdo con esta definición, en la astrología de la antigua Roma se mantuvo dicho concepto refiriéndose a el lucero del alba, haciendo referencia al planeta Venus.

Derivado del Latin, significa: “portador de luz”. Del hebreo significa: “resplandeciente”. Y en la versión bíblica griega, usualmente conocida como La Septuaginta, se usa el término griego que significa: “el que trae el alba", “Lucero de la mañana” y así sus variantes dependiendo las traducciones que se empleen. Por dicha razón, la palabra se muestra en algunas variantes de la biblia, y por tal motivo es que muchos han llegado a creer que el término de Lucifer puede considerarse como un nombre propio, pues piensan que en el libro sagrado se le hace mención a este (Isaías 14:12), interpretándolo así como la representación del ángel caído, que al desobedecer y ser despojado del reino de Dios se le dió el nombre de Satanás, pero siendo Lucifer su nombre original celestial.

¿Qué tan cierto es esto?

El pensar en el hecho de que en el libro sagrado se le dé el calificativo de “resplandeciente” a un hombre y no a un espíritu celestial puede parecer algo casi imposible. Bien, pues en la mención de Lucifer se hace referencia nada más y nada menos que al rey de Babilonia, que Isaías proféticacamente ordenó que declararan los israelitas.
Y para asegurar que esto es cierto, se hace el manifiesto con mayor claridad en la frase “al Seol se te hará bajar”, ya que el Seol es la sepultura común en la humanidad, simplemente la tumba, siendo así un lugar simbólico donde la mayoría de la humanidad duerme el sueño de la muerte, más no es un lugar donde habite el Diablo.

“El Seol estaba situado en alguna parte ‘debajo’ de la tierra. [...] La condición de los muertos no era ni de dolor ni de placer. Tampoco se asociaba con el Seol la recompensa para los justos ni el castigo para los injustos e inicuos. Lo mismo buenos que malos, tiranos que santos, reyes que huérfanos, israelitas que gentiles, todos dormían juntos sin conciencia los unos de los otros”.

Las estrellas de Dios” son los reyes del linaje de David (Números 24:17), las cuales, a partir de él, gobernaron desde el monte de Sión.

Sin embargo, al pasar de los años, décadas y siglos, la humanidad ha adquirido tal calificativo para referirse a aquel ser que consideran maligno, opositor y enemigo de Dios.

Pero no, Lucifer no es el nombre del Diablo.

Entonces, ¿cuál es?

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