"A escondidas, debo de amarte; a escondidas, como un cobarde; a escondidas, cada tarde" (Piel de ángel - Camilo Sesto)
Y admitir que lo amaba se le hacía lo más complicado del mundo, decirle lo mucho que lo quería parecía imposible, no podía gritarle a los cuatro vientos que le gustaba como aquella mirada verde esmeralda se posaba en su persona y como la vergüenza recorría cada uno de sus poros.
Si, lo amaba a escondidas, en la penumbra de su habitación cuyo único testigo, era la muda luna cuya luz se cuela en su ventana, lo amaba en el silencio de su ruidosa soledad y lo pesaba, todo el tiempo, todo el día, a cada segundo, a cada minuto, a cada momento y su nombre hacía eco en sus pensamientos.
Lo adoraba en sueños, en la utopía de su mente, en las escasas ideas lucidas que aparecían en las noches de somnoliento insomnio; pronunciaba, a susurros suaves, las silabas de su nombre, los sonidos de su vocablo y escribía con tinta ensangrentada su nombre en el corazón latiente que le pertenecía.
Así, en soledad, como un cobarde, lo amaba, pues temía al rechazo, a ser desplazado y terminar perdiendo aquella hermosa mirada verde, esa luminosa sonrisa que a menudo ponía y aunque no fuera para él, se sentía en la gloria, en el cielo, como si un ángel hubiese besado su mejilla.
Y el causante de todo ello, tal vez, ignoraba que en su presencia, el corazón del español se aceleraba y amenazaba con abandonar su pecho pero nunca lo hacia pues lo amaba a escondidas, siempre era así, trataba de protegerle desde las sombras, siempre sin que notara su actuar.
Y tal vez, solo quizá, no era el único que se sentía de esa manera, no era el único cuyo amor solo se veía confesado en la penumbra de una habitación oscura, Aioria sentía que su alma se regocijaba cuando los oscuros orbes le miraban, pero tampoco podía darse el lujo de gritarle que lo quería, a solas, para él solo, en presencia de todos y todo el tiempo.
A escondidas se amaban y se recorrían enmudecidos por la imaginaria distancia.
A escondidas se querían y se besaban callados, separados por el tan temible rechazo.
A escondidas eran dos.
🦁🐐
2/3 Aioria x Shura para: huefancid
Dan R
