No había otra cosa en su mente que aquellos labios, unos labios rojos como el vino de su mesa, gruesos y apetitosos como la rebanada de pastel de chocolate de la alacena, brillantes como los rubíes del anillo de matrimonio de su madre, lindos cuando se curveaban en la mueca sensual de aquella mujer que no salía de su cabeza y apostaba que eran tan deliciosos como las fresas de la huerta que recién maduraban en un suculento espectáculo de seducción del que no escaparía.
Era fotógrafo profesional y por ello trataba de concentrarse en su trabajo y no en los sensuales labios de la hermosa modelo de lencería que tenía enfrente, trataba de encontrar otra cosa entre sus recuerdos que le hiciera no pensar en aquellos labios, en aquellos ojos color de ocaso, en aquel níveo cabello largo o en ese voluptuoso cuerpo, pero era inútil, aquella figura le robaba todos y cada uno de sus sentidos.
"Concéntrate, Albafica"
Se regañó mentalmente suspirando solo un poco, pero la verdad era que aquellos labios le dislocaban la mente, no había nada más ahí, solo era aquella mujer, él y el mal tercio que hacia el lente de su cámara. Intentaba por todos los medios posibles no levantar la vista de más ni perderse en aquellas curvas o aquellos bonitos ojos que estaba seguro, lo miraban a él, "glup", tragó saliva al darse cuenta de la nueva pose que tenía que capturar, una demasiado sensual e hipnótica que su celeste mirada se desvió solo para mirarla un segundo sin perder de vista ningún detalle.
¿Y ella?, simplemente sonreía con la única intención de provocar a su nuevo fotógrafo, ese que, para ser sincera, le atrajo desde el primer instante, sus facciones tan finas pero maravillosamente varoniles junto a esos hermosos y largos cabellos celestes atados a una coleta y esos ojos... ¡Dioses! Esos malditos ojos que la miraban solo la hacían sonrojar, porque aquel hombre era un ángel ante ella que se deshace de toda divinidad para caer en la tentación de su cuerpo que no se preocupa por ocultar y del que está tan orgullosa.
La sesión de fotos terminó para desgracia de ambos, más la bella y sensual señorita no se quedaría de brazos cruzados, ¡No señor!, lo más rápido que pudo se vistió, buscó entre sus cosas una hoja y un bolígrafo, hizo un par de garabatos y dejó la marca de su labial en el papel junto a su nombre y corrió con la esperanza de alcanzar a su fotógrafo, por suerte el universo estaba a su favor.
— gracias, guapo — le guiño el ojo haciendo que los colores se le subieran al rostro, dejo el papelito y se fue.
Albafica espero a estar en casa para ver el contenido de aquello, para su sorpresa, ahí había una marca, la marca de aquellos labios rojos, un número de teléfono y un "Llámame, Minos". Sonrió a lo grande, podría volver a verla y quien sabe y también pruebe aquellos bellos labios.
🌹🐥
Me gusto este y el fan art de la multimedia es ufff, el/la artista esta ahí en una esquina (mariejowithz), me encanta su estilo y tiene Dounjishis muy buenos.Les dejo otro Minos sexy por que lo amo.
Para: anefrappe, espero que te haya gustado, linda.
Dan R.