-¿Qué estas dispuesto a ofrecer? - la imponente voz del rey del inframundo le hizo dar un salto.
Se quedó callado, mirando el suelo, sin nada decente que decir en ese momento porque el miedo y la incertidumbre habían hecho estragos en su persona, porque los nervios le habían subido a la cabeza, porque no tenía el talento de Orfeo, porque no tenía ni oro, ni plata, ni piedras preciosas para ofrecerle al soberano del inframundo por la inocente alma de su amado amigo, no tenía nada más que aquella voluntad que lo había llevado hasta el magnifico trono de Hades, no tenía otra cosa que el amor que sentía por Alone, entonces... ¿Qué podría ofrecer?
Su entristecida mirada se alzó hasta encontrar la impasible y calmada mueca de aquel rey oscuro pero sus labios se mantuvieron juntos, inalterables; aquellos orbes acuosos y aquel semblante abatido podría solo significar lo que el soberano ya sospechaba, Tenma no tenía que ofrecerle, aquellos rosados labios se tensaron, en una tenue sonrisa al saber que quizá, no tendría que dejar escapar aquella pura alma de la cual había quedado fascinado y cuyo destino, quizá, sería ser devorada por la majestuosa dama de hierro para renacer.
-¿No respondes? - volvió a decir, percatándose de aquella mirada.
-No tengo nada que ofrecer - habló despues de algunos segundos en silencio sepulcral.
Le miró, fija y detenidamente sin perderse ni un solo detalle de aquel muchacho castaño que tenía enfrente, lo analizó de pies a cabeza, vio su interior, sus pensamientos, sus convicciones, su alma y sonrió, sonrió como lo hace alguien que ha encontrado un tesoro y pensó, que quizá, aquella insolencia que muy en el fondo podría ver, sería un presente magnifico para aquella que aún yace dormida; volvió a su seriedad y su rostro imperturbable se mantuvo en paz.
-Piensa un poco, pequeño mortal, tienes algo mucho más valioso que joyas y oro, mucho más significativo que una melodía que penetre en mi ser - se levantó de aquel solio para quedar frente a frente con él - vuelvo a preguntarte, ¿Qué estás dispuesto a ofrecer por él?
Lo pensó un instante, sabía bien a que se refería aquel rey del que solo había conocido su ira pero que ahora se mostraba misericordioso y benevolente, el corazón comenzó a latir fuertemente y su mente trataba de convencerle de que aquello era, simplemente, una pésima idea, pero a esas alturas, prefería aquella propuesta que pasar el resto de su existencia pensando en cuantas atrocidades viviría su amado Alone ahí, en el inframundo.
- yo... - titubeó un poco - te entrego mi persona a cambio de Alone - la ultima silaba de aquel nombre y sus rodillas tocaron el suelo, aquel sereno rey sonrió.
Y despues no supo más de si mismo, el último recuerdo de aquel castaño fue la dulce mirada de agradecimiento de su amado y como desaparecía de aquel frío salón.
Y despues, su corazón paró de latir, renació momentos despues sintiéndose distinto, como si hubiese sido encadenado pero no vio cadenas y despues, los inexpresivos ojos del amo del inframundo le miraron con lo único que no pensó tendría, le miró con impaciencia y ansia, ahora era su propiedad, ahora era prisionero en una cárcel de la cual jamás saldría y aquello lo había hecho por amor.
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Ufff, amé este, me encantó el resultado final
Para: Licorpio_FugoshiBv , espero que te haya gustado, linda.
Dan R
