Capítulo 6

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Valery

La mañana pasó rápido, entre presentaciones con mis nuevos profesores y periodos junto con más de alguno de los chicos. Debía admitir que me sentía aliviada luego de haber sido tan bien recibida en el grupo, no sé si hubiera podido superar toda la mañana sin su ayuda.

La charla del receso con Josh se repetía en mi cabeza, no me podía ni imaginar lo difícil que era que un ser querido afrontara una situación tan mala y no poder hacer nada. Abrazarlo fue tan natural, como si lo conociera de toda la vida, lo que le había dicho fue en serio y esperaba poder apoyarlo como me fuera posible en todo ese proceso.

Tyler llegó a mi lado y me dio una sonrisa amistosa a la cual correspondí.

–Nos reuniremos con los demás a las tres para un paseo en bicicleta, ¿quieres venir? –pregunta sonriente.

–Claro, ¿dónde se reunirán? –digo emocionada porque incluso me están tomando en cuenta para este plan.

–Iremos al Vondelpark.

–No conozco todavía como llegar exactamente –confieso apenada.

–Tranquila, ¿dónde vives? –pregunta a lo cual le muestro la dirección en mi teléfono ya que aún no estoy familiarizada con los nombres de las calles y demás–. No puedo creerlo, vives a dos calles de mi casa.

–Vaya, no tenía ni idea.

–Bueno, eso nos resuelve el problema, te pasaré a recoger para que vayamos juntos.

–No tienes que... –inicio diciéndole, pero me hace un gesto para que me calle.

–Vamos, será mejor si nos vamos juntos para que no haya ninguna oportunidad de que te pierdas.

–Ya que insistes...

–Bien, ¿nos vamos juntos para que sepa cuál es tu casa?

Doy un pequeño asentimiento para luego empezar a caminar a su lado, mientras platicamos un poco más del porqué me mudé a Ámsterdam y él me cuenta historias de su infancia aquí y todas las actividades que podría realizar. Al final de un buen rato, llegamos a mi casa.

–Te veo como a las dos y cuarenta para que nos vayamos –dice tranquilamente.

–Está bien, gracias –digo mientras hago un ademán de despedida con la mano.

–Ni lo menciones, no es nada... –dice empezando a caminar, pero se detiene y puedo ver que me quiere decir algo aunque duda–. ¿Puedo decirte algo sin que se lo menciones a alguien más?

–Claro, confía en mí.

–Podría apostar que le gustas a Josh.

Luego de decir esto, me dirige una última sonrisa y se va dejándome con una ola de sentimientos y preguntándome si tiene razón o no.

***

Estamos en una cafetería muy agradable que encontramos luego de un rato paseando, ha sido muy divertido pasar tiempo con ellos e incluso podría decirse que ya los considero mis amigos. Me han aceptado y me han hecho sentir cómoda, además de compartir historias vergonzosas de algo que hayan vivido en grupo.

–Oigan, ¿si se hará el campamento este fin de semana? –pregunta Oliver mientras le jala el cabello a Verónica y ella le da un suave empujón.

–Por mí está bien –contesta Tyler tranquilamente.

Joselyn y Steve asienten entusiasmados.

–Pues claro, lo preparamos por dos semanas –dice Verónica tranquilamente.

–Sí Oli, el campamento sigue en pie –confirma Josh dándole una sonrisa alentadora–, de hecho, deberías venir Val.

–Tiene razón, ven con nosotros –concuerda Joselyn sonriendo.

–Supongo que podría preguntar si me dejarían –digo mientras me encojo de hombros tratando de controlar mi emoción.

–Perfecto, será genial –dice Steve sonriendo.

–Pregúntale a tu madre y nos cuentas mañana –sugiere Tyler amablemente.

–Y si te dejan, déjame saber tu dirección para pasarte a traer –comenta entonces Josh.

–Yo puedo llevarla, Josh –ofrece Tyler tranquilo–, vivimos cerca.

–Ni hablar, tú vas a ir a traer a Joselyn, a Steve y Oliver –se opone Josh–, yo iré por Vero y Val, fin de la historia.

Tyler levanta las manos en señal de que no discutirá y luego se acerca para que solo yo lo pueda escuchar.

–Te lo dije, le gustas.

–Eso no prueba nada, tal vez no quiere que des muchas vueltas –digo tratando de no ponerme nerviosa y sin creer lo que Tyler dice, él ríe por mi excusa que ni siquiera a mí me convence realmente.

–Ya lo verás –dice para luego alejarse de mí.

–¿Cuál es el chiste? ¿Quieren compartirlo con la clase? –pregunta Oliver viendo a Tyler y luego a mí.

–Sí, le decía a Val que es obvio que le gusta Josh –suelta sin ningún rastro de burla o sarcasmo en la voz, dejando en claro que lo dice en serio. Le dirijo una mirada asesina al chico, no era necesario que lo dijera tan directo.

Todos voltean a ver a Josh, quien se ha quedado callado y no sabe ni que decir, es obvio que no le gusto y Tyler solo ha hecho esto muy incómodo. Justo en ese momento, el teléfono de Josh suena, él se aleja para poder tomar tranquilamente la llamada.

–No fue gracioso, Tyler –le reprende Verónica.

–Solo dije lo obvio –se defiende el chico- pero, tienes razón, lo lamento, Val.

Yo solo asiento quitando la mirada de todos, no puedo decir si lo que siento es decepción porque ni siquiera tengo en claro lo que siento por Josh, no debería esperar que él tenga en claro lo que siente por mí. Unos minutos después, Josh regresa.

–Debo irme, es Adaline –dice y noto como está temblando y sudando.

–¿Qué pasó? –pregunta Tyler preocupado y con dolor en sus ojos.

–Otro intento de suicidio –luego de decirlo su voz se quiebra y puedo ver como también su muro de fortaleza, así que sin pensarlo dos veces tomo su mano y le doy un apretón suave, esperando darle a entender que no está solo.

Tyler se levanta y le da un abrazo a Josh, un abrazo tan sincero y fuerte.

–Voy contigo –dice Tyler mientras lo toma de los hombros.

–Yo también –digo sin pensarlo dos veces haciendo que todos se asombren, incluso yo estoy un tanto sorprendida. Josh me ve y me da una sonrisa para después asentir, lo tomo de la mano nuevamente y vamos por las bicicletas y dirigirnos al hospital.

Hilos DestinadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora