Capítulo 35

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Josh

—Josh, no seas un aburrido —se queja Valery cuando no le permito agarrar su vaso de cerveza.

Definitivamente está muy borracha, está riendo a cada rato y apenas puede mantenerse de pie por cuenta propia, su maquillaje ya se corrió un poco y el cabello lo tiene despeinado. Menos mal decidió cambiarse antes porque de lo contrario no podría moverse con su vestido anterior.

—¿Cuánto bebiste? —le pregunto aunque dudo que pueda contestarme.

Veo como hace una expresión pensativa y levanta tres dedos de su mano sonriendo.

—Claro, seguro tres litros —contesto sarcástico.

—No estoy tan borracha —hace una mueca.

Claro, y yo soy un príncipe.

—Vamos, debes descansar —le digo mientras busco a Verónica con la mirada, aunque a este punto, no creo que ella pueda informarme del cuarto de visita en el que puede quedarse.

La agarro los hombros de manera suave pero con firmeza para poder detenerla si se tropieza. Entro en la cocina donde está Oliver dándole con botella de agua a Verónica, el chico se voltea al oír mis pasos.

—¿Está consciente? —le pregunto a mi amigo.

—No, creo que es la más borracha en estos momentos —responde—. ¿Qué hay de Val?

—En este punto, creo que están haciendo competencia por ver quien se lleva ese premio —Oliver y yo compartimos una pequeña risa.

Luego él me extiende una botella con agua para que se la pueda dar a Valery.

—Val, tienes que tomar agua —digo mientras la siento en una silla y le muestro la botella.

—¿Me quitaste mi bebida para eso? —hace una mueca pero luego agarra la botella, se la inclina y da un trago, de pronto escupe el agua tosiendo y nos moja a ambos.

Debo una disculpa a quien me cuidara borracho.

—Bien, parece que el líquido ya no te pasa —le quito la botella y la cierro, luego me giro hacia Oliver—. ¿Sabes algo de los cuartos de invitados?

—Sé que hay demasiados, pero no si todos están sin llave, los de nosotros sin duda.

—¿Has visto a Joselyn? Si está consciente puede quedarse con ella —no tengo tiempo para probar todos los cuartos hasta que uno abra.

—No lo creo, a este punto creo que la estamos haciendo de niñera nosotros, ¿cuándo nos volvimos aburridos?

—Maldición...

—¿Por qué no se queda contigo? No es como si no se hubiera quedado contigo en el hospital —comenta Oliver encogiéndose de hombros.

—Tienes un punto, ¿dónde están los otros por cierto? —pregunto consternado.

—Steve está comiendo en alguna parte, Tyler estaba encargándose de cuidar a Joselyn para que no terminara en la piscina.

—Bien, supongo que los veré mañana.

—Por cierto, mañana si hacemos otra fiesta, ellas no van a beber.

Rio pero le doy la razón, no creo que deba preocuparme porque Valery lo haga, después de todo, estoy seguro que mañana tendrá una resaca que le tomará por lo menos una semana olvidarse de eso antes de volver a tomar.

Usando solo mi brazo derecho, hago la fuerza suficiente para que Valery se pongo de pie y que vuelva a caminar a tropezones por la casa, llegamos a las escaleras y me preocupo, sin duda no podrá subir eso.

Hilos DestinadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora