Josh
Me termino de echar agua en la cara para tranquilizarme, en el momento en que sentí que las lágrimas iban a salir corrí hacia el baño, no puedo entrar a ver a Adaline en este estado, mucho menos podría haber dejado que Valery me viera así. Luego de otra respiración para tranquilizarme salgo del baño del hospital, odio este lugar y no puedo ni imaginarme cómo se siente mi hermana aquí.
Llego hasta donde mis amigos y mis padres me esperan, Oliver me dirige una mirada que tiene una pregunta tatuada, es mi mejor amigo y sabe cuando estoy a punto de desmoronarme, así que solo niego ligeramente con la cabeza para responder que no, no estoy bien.
–¿Dónde está Valery? –pregunta mi madre, puedo notar que ella le agradó desde el momento en que la vio, mi padre rueda los ojos y le lanzo una mirada afilada.
–Ella ha tenido que irse, su madre le ha llamado y manda una disculpa por irse como lo ha hecho –miento, no voy a dejarla en mal ya que yo he hecho que se fuera, pero tampoco tengo el valor de admitirlo.
–¿Ocurrió algo? ¿Su madre está bien? –interroga preocupada, genial, ahora también he hecho que se preocupara más.
–Madison, la chica tenía que irse y ya, déjalo –habla mi padre evitando que la conversación escale.
–Solo quiero saber que ella está bien, Drake –dice mamá con un tono tan tranquilo, ella siempre ha logrado calmar las cosas con su actitud relajada y su dulce voz.
–Descuida, todo está bien –respondo para terminar el tema–. ¿Quieren pasar primero, chicas?
Verónica y Joselyn asienten agradecidas, le dirijo una mirada a mi padre para que les diga la habitación en la que está mi hermana, él al fin se quita su carácter molesto y les da una pequeña sonrisa para luego hablar.
–Ala este en la habitación doscientos tres, es en el piso de arriba.
–Gracias, señor Drake –dice Joselyn, luego ambas se alejan para ir a la habitación correspondiente.
–Iré por un café –dice papá dirigiéndose a mi madre.
–Valery también trajo un café para ti –lanzo directamente mientras lo fulmino con la mirada.
–Vamos abajo, Josh –voltea a verme con una expresión fría en su rostro y se la devuelvo–, ahora.
Me levanto tranquilamente y cuando paso a su lado para ir adelante, pongo una sonrisa engreída en mi rostro. Cuando entramos al elevador él presiona la primera planta y cuando las puertas se cierran, pulsa el botón para que las puertas se mantengan cerradas y el elevador no se mueva.
–¿Cuál es tu maldito problema con ella? –ataco de primero.
–¿Disculpa? –pregunta incrédulo.
–Me escuchaste bien, fuiste tan indiferente con ella y la hiciste sentir mal.
–¡Discúlpame por no tratar con una agradable bienvenida hacia ella cuando mi hija está en el hospital nuevamente! –grita con su tono de sarcasmo.
–¡No te estaba pidiendo que hicieras un chiste! ¡Solo que fueras más amable, ella no tiene la culpa de esto y lo menos que podías haber hecho era no comportarte indiferente!
–¡Adaline estuvo a punto de morir y tú me estás dando una rabieta de que traté mal a esa chica! ¡Esto es increíble!
–¡Su nombre es Valery! ¡Diablos, sé que mi hermana intentó suicidarse hoy y me asusté demasiado! ¡Pero esa no es excusa para haber actuado indiferente con ella!
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Hilos Destinados
Teen Fiction¿Y si fue el destino? Valery está a punto de mudarse de país, no deja mucho atrás, por lo que un nuevo inicio no está del todo mal. Josh por otro lado, lleva una vida normal, pero carga con un vacío que solo el amor puede llenar. Un momento comparti...