Hilos Destinados

Capítulo 14

Valery

El viernes llega sin que nos demos cuenta, hoy iremos de campamento, luego de confirmar ayer si seguía en pie, le he pedido permiso a mi madre, quien luego de unas preguntas que fueron contestadas para su tranquilidad, me permitió ir.

Estamos aprovechando el recreo para arreglar los últimos detalles de nuestro viaje, nos iremos hoy en la tarde y acamparemos hoy y mañana para regresar el domingo al mediodía. Debo agradecer que haya sido casi nada de tarea lo que nos han asignado hasta ahora.

–Espero ya tengas tus maletas listas, Joselyn –señala Tyler a la rubia acusatoriamente–, no pienso esperarte por media hora más, solo será ropa para dos días y no habrá electricidad, mujer.

–Y la única fuente de energía que llevaremos será para mantener con carga suficiente nuestros celulares –añade Oliver.

–Lo sé, mi maleta ya estará lista para cuando llegues por mí –afirma Joselyn con un tono defensivo.

–No puedo creer que me hayas dejado ir a traer a Joselyn –le recrimina Tyler a Josh.

–Oye, yo llevaré la mayoría de cosas en la camioneta, por eso necesito incluso la mayor parte de atrás libre –se defiende Josh.

–Amigo, tienes un jeep wrangler, y llevaré mi camioneta –comenta Tyler.

–¿La camioneta Yukon? ¿Cómo conseguiste que tu padre te la prestara luego de lo que pasó? –pregunta Steve asombrado.

–Para que conste, fue culpa de Josh y no mía –se defiende Tyler.

–¿Qué pasó? –pregunto impulsivamente por la curiosidad, los chicos se voltean a Josh y las chicas niegan con la cabeza.

–¿Valery? –estoy a punto de retractarme cuando una voz habla a mis espaldas.

Volteo junto con las chicas y veo a Connor, un chico alto, de tez blanca, cabello castaño oscuro y ojos color miel; estamos juntos en dos o tres clases en las que se sienta frente a mí, hemos intercambiado algunos saludos hasta el momento y eso me hace preguntarme el motivo por el que me ha hablado.

–¿Sí? –pregunto de manera amable.

–¿Puedo hablar contigo? –pregunta rascándose el cuello de manera nerviosa, ¿por qué está así?

–Claro –respondo aún confundida mientras me levanto del césped y me acercó a él, señala el otro árbol cercano para que vayamos ahí y yo lo sigo.

–Gracias por aceptar hablar conmigo –empieza a hablar.

–No hay problema –digo dándole una sonrisa amable.

–Veo que has podido hablar muy bien el idioma, me gusta oír tus ensayos en literatura ya que tiene un toque único en tu voz.

–Gracias, tomé clases de algunos idiomas desde pequeña, me alegro de haberlo hecho –respondo intentando entender si me ha hablado solo para decirme eso.

–Bueno, tal vez podrías enseñarme un poco de italiano un día de estos, la verdad es un idioma que me llama mucho la atención.

–Oh claro, podemos ponernos de acuerdo y estudiar en la biblioteca.

–Por supuesto, es una gran idea –dice mientras se relaja más–. ¿Te parece si me das tu número para que nos pongamos de acuerdo para ello la próxima semana?

–Seguro –respondo feliz mientras él me pasa su teléfono para que agregue mi número, luego me marca dejando una llamada perdida para que me quede guardado su número también.

–Genial, hablamos después –señala.

Se despide de mí con un ademán de mano y una sonrisa en el rostro, yo regreso con el grupo que sorpresivamente está muy callado, me siento mientras dirijo una mirada confundida.

–¿Y bien...? –pregunta con una sonrisa traviesa Joselyn.

–¿Connor Johnson te acaba de hablar? –pregunta Steve en estado de shock.

–¿Habría alguna razón por la cual no lo haría? –cuestiono confundida por las actitudes de ambos.

–Normalmente solo le habla a un grupo de chicos y luego apenas cruza palabra con los demás –responde Verónica de manera tranquila.

–Se cree superior, no le hagas caso en lo que te diga –dice fríamente Josh.

–A mí me pareció muy agradable –comento frunciendo el ceño.

–Pero, ¿qué quería? –pregunta Joselyn quien no ha borrado su sonrisa.

–Me dijo que le gustaría aprender italiano y que si le podía ayudar –respondo encogiéndome de hombros.

–Claro que dijo eso –murmura Josh con molestia.

–Algo me dice que alguien está interesado en Valery –sugiere la rubia moviendo las cejas de forma sugerente y me fuerzo a no girar los ojos.

–Solo quiere ayuda con el italiano, deja tus ideas atrás, Josy –le recrimina Oliver.

–Claro, y mi abuela puede andar en patineta –responde sarcásticamente la chica.

Josh estaba a punto de agregar algo a la discusión pero el timbre indicando el final del receso lo corta, es el primero en levantarse y murmurar algo que no llego a entender.

–Oli... –dice Steve con tono preocupado.

–Yo me encargo –contesta su gemelo levantándose y yéndose en la dirección que Josh se fue.

Verónica, Joselyn y Steve se despiden para irse a su próxima clase que tienen juntos y yo me volteo hacia Tyler que en todo este tiempo no dijo ni una sola palabra.

–¿Nos vamos a clases? –pregunta mientras se levanta y me tiende la mano para ayudarme la cual acepto y nos disponemos a caminar hacia nuestra clase de cálculo.

–Oye Ty... –corto la oración sin saber muy bien que decir a continuación.

–Valery, ¿te gusta Josh? –pregunta de golpe directamente.

–¿A qué viene eso, Ty?

–Sabes que no diré nada, pero la verdad no entiendo qué pasa por las cabezas de ambos, cuando creo que ambos congenian bien se hacen para atrás, parecen estar bailando sin saber exactamente el ritmo.

–Sé que no dirás nada, pero todo se puso extraño en segundos y ahora me preguntas esto, no entiendo nada.

–Solo responde, ¿te gusta Josh o no? –me para agarrándome de los hombros y poniéndose frente a mí para verme a los ojos.

–Llegaremos tarde a clase.

–Si no contestas la pregunta pronto, sí, así que dime.

–No –digo, aunque mi voz sale dudosa.

–No me mientas, Val.

–No lo sé, ¿está bien? Me parece lindo y todo, pero tú también me pareces lindo y no estoy interesada en ti, solo creo que me confunde con su manera amigable.

–¿Amigable? Vaya, sí que se confunden muy bien entre los dos –dice para luego soltarme y reír mientras niega con la cabeza.

–¿Qué quieres decir? –le pregunto mientras entramos al salón y nos sentamos en la tercera fila juntos.

–Solo espera al campamento, ha llegado el momento en que dejen de lado ese juego de frío y caliente.