Hilos Destinados

Capítulo 41

Nota: la canción es para una mejor experiencia en la lectura, hay un aviso de en qué momento pueden empezar a escucharla. Espero que lo disfruten. ☺️

Josh

—No te va a contestar si sigues llamándole de tu celular —comenta Tyler haciendo que de un brinco por la sorpresa.

—¿Qué haces aquí? —pregunto cuando encuentro mi voz.

No lo había visto desde el incidente con Valery, tuve suerte que no me partiera la cara ese día, aunque realmente me lo merecía. No sé qué hacía llamándole todavía, en dos semanas no había contestado y estaba claro que no lo haría. Lo único que quisieron decir Joselyn y Verónica fue que seguramente no me contestaría. Y tenían razón.

—Quería comprobar si era cierto, vaya que eres un desastre —chasquea la lengua en señal de desaprobación luego de darme un escaneo completo—. ¿Has comido bien?

—Lo suficiente como para mantenerme respirando —respondo.

Comía lo suficiente para aguantar los entrenamientos, lo suficiente para levantarme de la cama, lo suficiente como para no desmayarme, hago todo el cuidado suficiente de mí mismo como para no morir por fuera; aunque por dentro ya lo haya hecho.

—Josh, tienes esto por lo que seguir —dice Tyler atrayendo mi atención.

—Me siento incompleto, porque cuando gane un partido o cuando desarrolle un nuevo producto para la industria de mi padre, no podré llamarla para contárselo y eso es un asco.

—Insisto, no contestará si la llamas de tu celular.

—¿Me prestas el tuyo? —pregunto, aunque sé que dirá que no.

—Los demás no interceptaremos por los dos, si lo van a arreglar será porque lo decidieron ambos y no se dejaron influenciar por nosotros.

—Sí, no quiero que los demás se peleen escogiendo lados.

—Igual, siempre existen los teléfonos públicos —comenta Tyler viendo hacia otro lado y luego regresando la mirada hacia mí.

—¿Soy el más grande idiota del mundo? —pregunto mientras me acerco a él con mi bolso de entrenamiento, hay un teléfono público a unos metros.

—Lo eres, aun así, eres mi amigo —contesta empezando a caminar a mi lado.

—¿Cómo decidiste venir? —pregunto extrañado.

Que se presentara de la nada cuando salía de mi entrenamiento se me hace raro, no le dije nada de lo que pasó porque no me dio tiempo a explicar y tampoco se puso en contacto conmigo antes.

—Steve me contó lo de Taylor, también eres un idiota por eso —contesta para luego darme un zape en la cabeza.

No me quejaría, me merecía más que eso.

—Sí, he ganado ese premio desde la semana antepasada.

Él no agrega nada más, busco en mis bolsillos algo de cambio, solo tenía unas monedas por lo que esperaba que ella me contestara y tuviera la oportunidad de hablarle para lograr explicarle las cosas. Marco su número e inserto la moneda, ya van tres tonos y cuando pienso que no va a contestar, escucho el pitido de que la llamada fue aceptada.

—¿Hola? —oír su voz hace que el corazón salte y también que sienta deseos de llorar.

Contrólate, no es el momento.

—Valery, soy Josh —digo inhalando profundamente.

Por favor no cuelgues.

La línea se queda en silencio por unos segundos y mis manos empiezan a sudar, me va a colgar, estoy seguro. Incluso pienso que ya ha colgado y que no me he dado ni cuenta, pero entonces escucho un pequeño suspiro.