Capítulo 34

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Valery

—¡Feliz cumpleaños, cariño! —exclama alegre mi madre en el momento en que entro en la cocina.

Se acerca a mí para envolverme en un amoroso y fuerte abrazo.

—Gracias, mamá —respondo en el momento en que nos separamos.

—¡Ya tienes dieciocho! ¡No lo puedo creer, mi bebé creció tanto! —unas pequeñas lágrimas se deslizan por la mejilla de mi madre.

—No llores, mamá, no quiero que te pongas así.

Mi madre se limpia las lágrimas rápidamente y luego me sonríe. Entonces un golpe en la puerta se escucha y ella me ve con una sonrisa emocionada.

—Ve tú, yo terminaré una cosa aquí —indica, yo asiento y me dirijo para abrir la puerta.

Mis amigos se encuentran ahí sonriendo y sosteniendo un cartel que dice "Feliz cumpleaños, Valery".

—¡Feliz cumpleaños, Valery! —gritan al unísono.

—Chicos, gracias —contesto emocionada. Todos me envuelven en un abrazo grupal y escucho muchas más felicitaciones llenas de buenos deseos.

—Ahora, será mejor que subamos para hacer tu maleta de manera rápida —dice Joselyn tomándome de la muñeca.

—¿Cómo? ¿A dónde vamos? —pregunto confundida.

—Nosotros, mi querida amiga, junto con tu madre, tendremos una agradable fiesta de piscina con un delicioso almuerzo —informa Tyler sonriendo alegre.

—En mi casa —aclara Verónica.

—¿A tus padres no les molestará? —cuestiono.

—Están de viaje, de todas formas, ya les pedí el permiso y dijeron que estaba bien —responde encogiéndose de hombros.

—¿Y para qué necesito una maleta de todos modos? —analizo la información.

—Vaya que haces demasiadas preguntas —bromea Steve—, las chicas entrarán en detalles, ve a alistar las cosas y nos iremos.

—Bien —me rindo, cuando me doy la vuelta mi madre viene hacia nosotros, me sonríe y me hace un gesto para que suba con las chicas mientras ella se queda platicando con los chicos.

—Tendremos una pijamada, hoy y mañana —me informa Joselyn emocionada en el momento en que estamos arriba.

—Sí, en la noche haremos una pequeña fiesta, nada de montones, solo el grupo —concluye Verónica—, así que asegúrate de llevar un lindo vestido.

—No sé si mi madre...

—Hablamos ya todo con ella —me interrumpe Joselyn.

—Por eso el almuerzo para que puedan pasar tiempo juntas, luego serás secuestrada por nosotros —bromea Verónica.

—¿Cómo es que sus padres los dejan hacer ese tipo de cosas? —cuestiono extrañada.

—Te presentamos los beneficios de ser niños mimados —Joselyn hace una mueca y yo rio.

—¿Y por qué no nos cuesta tanto convencer a tu madre? —inquiere con una ceja alzada Verónica.

—Creo que es porque antes no tenía muchos amigos, de hecho, solo tenía a Miranda —confieso—, también estaba preocupada de que no tuviera ningún amigo aquí.

—Pues nosotras somos tus amigas, siempre puedes contar con nosotras —comenta Joselyn para luego ambas se acerquen a abrazarme.

—Por supuesto, cubrimos tu espalda —añade Verónica.

Hilos DestinadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora