Valery
Un mes y una semana, eso llevo aquí. Nunca creí que podría ser feliz aquí, mi último año antes de iniciar la universidad y se está pasando casi que volando. Con el grupo hacemos planes cada fin de semana, normalmente es ir a una cafetería, ver una película, paseos tranquilos en bicicleta y tardes jugando en el parque.
Mi madre ha sido rápidamente ascendida en la firma de abogados para la que trabaja, resolvió la demanda de los padres de Josh y de vez en cuando sale con la señora Arango, al igual que se hizo amiga de la madre de Tyler y de la de Joselyn. Siempre tiene tiempo para mí y nos ponemos a hablar de lo que ha pasado en la semana.
Y con Josh, bueno, creo que llegamos a un acuerdo silencioso de no tocar el tema y ser amigos, a pesar de que Tyler me insistió en que debía decirle la verdad de cómo me sentía, al igual que Miranda cuando le conté; estos dos se entenderían perfectamente.
El timbre indicando el final de las clases me saca de mis pensamientos, guardo mis cosas y salgo del salón, química es la única asignación que tengo sola y la verdad se me hace un aburrimiento total, me dirijo a la salida principal cuando una voz a mis espaldas me detiene.
–¡Valery! –me doy la vuelta para encontrarme a Connor, quien se acerca a mí corriendo.
–Hola Connor, ¿qué pasa? –pregunto amigable en el momento en que ya está lo suficiente cerca de mí.
–Necesitaba hablar contigo –contesta mientras da grandes bocanadas de aire–, mañana y pasado no podré recibir las lecciones de italiano.
–Oh claro, no hay problema.
–Sí, tengo los partidos esos dos días y estaré fuera.
Claro, los partidos ya habían empezado, Connor es el capitán del equipo de hockey y Josh consiguió ser el capitán del equipo de fútbol, aunque sus temporadas eran diferentes.
–Entiendo, espero que el equipo del colegio gane –le deseo sonriendo.
–Gracias, hay otra cosa que quería decirte –dice mientras se rasca nerviosamente el cuello.
No entiendo qué lo lleva a hacer eso, se ve tan seguro siempre y actúa tan relajado que me sorprende que se ponga nervioso hablándome.
–Adelante, dime –le sonrío tranquila para animarlo.
–Bueno, el viernes estaré de vuelta y me preguntaba si que... querrías salir conmigo por un helado o... algo por el estilo, ¿qué te parece? –su nerviosismo aumenta mientras me dice eso y de pronto, está sonrojado, sinceramente se me hace muy tierno.
–¿Una salida sin nada que ver con las tutorías de italiano? –pregunto para asegurarme que le he entendido bien.
–Sí, podría decirse que una cita.
La palabra "cita" me intimida, siempre se tienen altas expectativas y los nervios se hacen muy presentes. Pero Connor me parece alguien agradable, no se ha comportado como un idiota y tampoco tiene mala reputación, además de ser lindo.
–Suena bien –respondo mientras intento actuar lo más calmada posible.
–¿Sí? –su sonrisa se ensancha y yo asiento–. Genial, ¿te parece bien a las tres y media?
–Me parece bien.
–Genial, envíame tu dirección y pasaré por ti –sonríe alegre y yo le devuelvo la sonrisa.
–Genial.
Se despide con un ademán de mí y luego se aleja, estoy a punto de volver a seguir mi camino cuando Joselyn llega corriendo y chilla de la emoción.
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Hilos Destinados
Novela Juvenil¿Y si fue el destino? Valery está a punto de mudarse de país, no deja mucho atrás, por lo que un nuevo inicio no está del todo mal. Josh por otro lado, lleva una vida normal, pero carga con un vacío que solo el amor puede llenar. Un momento comparti...