Hilos Destinados

Capítulo 43

Valery

—Debo admitir que tu llamada me sorprendió —una voz conocida a mis espaldas hace que me voltee, le doy una cálida sonrisa a Connor que me sonríe de manera amigable.

—Quería despedirme de mi alumno favorito —respondo bromeando para luego darnos un ligero abrazo.

—¿Te irás? —pregunta sorprendido, yo me limito a asentir—. Me enteré de lo ocurrido entre Arango y tú, lo lamento.

El pequeño nudo vuelve a aparecer en mi garganta. Oír su nombre aún es difícil, pero debo empezar a afrontarlo, de todas formas, serán las últimas veces que lo oiré. Me tranquilizo mentalmente y luego le doy una pequeña sonrisa.

—Está todo bien, no importa —intento que mi voz salga de forma despreocupada pero él me dirige una mira escéptica—, de todos modos, podré estudiar arte.

—¿Italia, entonces?

—Sí, por favor no le cuentes a nadie.

—Tranquila, no planeo revelarlo, de cualquier forma, también huiré allá.

—¿En serio? —pregunto asombrada.

—Sí, me aceptaron hace una semana y lo confirmé de inmediato.

—¡Eso es genial! Me alegro por ti.

—Gracias, tal vez en algún momento podamos llegar a quedar para recordar los días de nuestra juventud aquí —bromea.

—Lo dices como si cuando estemos allá tendremos cincuenta —respondo riendo.

—Tienes razón, no envejecerás ni un día, seguramente.

Platicamos otro rato de manera tranquila y con muchas bromas. La verdad es un poco liberador poder pasar tiempo con alguien que no estaba relacionado con Josh, no hay momento en que deba callarse de repente porque se diera cuenta de que iba a decir algo relacionado con él, realmente es relajante eso. Adoro a mis otros amigos pero hay momentos incómodos, solo con Tyler puedo relajarme así también.

—Adoré ponerme al día contigo, definitivamente debemos vernos en Italia —dice Connor para luego abrazarme.

—Concuerdo —contesto en el momento que nos separamos.

—¿Necesitas que te lleve? —pregunta de manera amable.

—Descuida, me quedaré un momento más aquí, quiero disfrutar de las calles de Ámsterdam por un rato más.

—Entiendo, cuídate.

Y se va, empiezo a dar un pequeño paseo hasta que llego a los canales, está empezando el otoño y proporciona una vista asombrosa digna de una pintura, debo recordarlo cuando regrese a casa, recuerdo mi trato con Josh y el corazón me vuelve a doler.

¿En qué momento esto ya no se sentirá como si me arrancaran el corazón?

***

Josh

Me detengo de golpe al ver a Valery y a Connor, se abrazan de manera amigable y veo que intercambian unas últimas palabras para luego él alejarse. Bueno, no están en una cita, eso me tranquiliza un poco sinceramente.

Valery empieza a caminar en sentido contrario a mí, entonces sin detenerme a pensar mucho en las cosas, empiezo a seguirla.

Bien, ahora sí que estaba mal.

Parecía un acosador siguiéndola mientras cargaba mi bolso de entrenamiento. Al menos iba a varios metros considerables de distancia y ella parecía no darse cuenta, así que todo estaba bien.

Llega hasta los canales y se queda admirando el horizonte, no la culpo, la vista es hermosa.

Verla ahí de pie, tan cerca de mí, me hace querer acercarme a ella y hablarle. Respiro hondo y tomo valor, doy solo unos pasos cuando veo como su rostro se convierte en una mueca de dolor y cierra los ojos para respirar profundamente. Entonces me detengo.

No, no puedo acercarme a ella.

Recuerdo lo que hice, la lastimé y no merece sufrir más... ella va a continuar con su vida lejos de aquí y yo no puedo llegar así como así para hacerla sentir mal, no se lo merece y yo no la merezco a ella.

Cuando se tranquiliza sigue observando el lugar, no ha volteado y sé que no lo hará, de todas maneras, su casa queda en el sentido contrario al que estoy.

Verla ahí me recuerda al día en que la conocí, tan metida en su mundo que no se daría cuenta que me puse frente a ella, tan perdida en sus pensamientos que no notaría que fui yo el que cambié a su carril con tal de poder intercambiar tan siquiera unas palabras con ella.

Descubriendo que le gusta el café, notando que tenía buenos reflejos y sobre todo, encontrando en sus ojos un pequeño brillo maravilloso que me haría sonreír. Esos ojos verdes que me impulsaron a darle un beso en la mejilla sin siquiera saber más de ella y tuve la suerte de encontrarla aquí, algo que me dejó sin aliento.

Pero todo eso había acabado, la oportunidad que me dio se ha acabado y eso estaba claro.

Quitándome rápidamente una lágrima escurridiza, tomo con más fuerza mi bolso.

En serio lo siento...

Adiós, amor mío, te deseo lo mejor.