"LAS MIRADAS NO PUEDEN GUARDAR SECRETOS"
-¿Quién es? - la tailandesa habló desde su escritorio al escuchar los constantes golpes en la puerta - Adelante - levantó su vista al frente - Jennie
-Hola - su voz sonaba avergonzada.
Lisa no pudo evitar sonreír ante la imagen frente a ella, era una Jennie totalmente diferente a lo común. Su imagen segura no estaba presente en ese momento.
Mantenía sus manos tomadas entre si mirando avergonzada al suelo mientras caminaba lentamente hacia el lugar de la tailandesa.
-Lamento hablarte como la última vez - la castaña susurró con arrepentimiento manteniendo su mirada en el suelo - No estaba bien, estaba molesta y actúe mal. - la tailandesa suspiró débilmente - No resolví nada con Nayeon y eso me tiene un tanto desesperada. Sé que yo también he cometido errores que necesitan ser reconocidos - ladeó una pequeña mueca.
-No tienes por qué darme explicaciones, Jennie. Al final creo que lo que menos necesitabas escuchar era sobre tus errores, muy aparte de que los tengas o no.
-¿Ya no estas molesta? - preguntó con terror a que su respuesta fuera positiva.
- Por supuesto que no. Nunca estuve molesta, solo no te busqué porque era mejor que tuvieras tu espacio y trataras de solucionar tus problemas. - la castaña sonrió.
-Gracias, Lisa - continúo mirando el suelo - Pero no sé cuánto tenga que pasar para que resuelva todo con Nayeon, es realmente complicado.
-¿No has intentado hablar con ella? No lo sé, tal vez que es lo que piensa o el por qué está molesta - preguntó intentando ayudar a la castaña.
Esperó pacientemente a la respuesta de la pintora, quien parecía estar meditando sus palabras.
-No, supongo que ese ha sido el problema. Ignorar el simple hecho de que existe uno. - ladeó una sonrisa melancólica.
-Jennie, no quiero ser grosera o algo por el estilo
-¿Uh? - la miró confundida ante el repentino cambio de tema.
-Tengo una junta directiva en menos de 5 minutos, no quiero retrasarme - hizo una mueca - Llegaste demasiado tarde.
-¿O sea qué me estas corriendo? Yo estoy aquí amablemente pidiendo disculpas y tu solo - la pelinegra negó rápidamente ante los reclamos infantiles de la mayor.
-Es importante
-Bien, - se resignó - me iré. Pero no porque tú lo pides, tengo trabajo de qué hacer. - aseguró mientras caminaba a la puerta - Cuídate, Lisa. - se despidió con una sonrisa en su rostro - Me avisas cuando tengas tiempo, no quiero volver a venir en vano - hizo un mohín con sus labios.
La tailandesa salió detrás de la castaña tomando su dirección a la sala de juntas para la reunión mensual con los empleados.
Tomo asiento en una de las sillas vacías, afortunadamente logro llegar con un par de minutos de anticipación.
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AFTER THE GOLD RUSH | CHAELISA
Fanfiction"No puedes arder en fiebre por siempre" La fiebre dorada pasará, las heridas se convertirán en cicatrices, la venganza se consumara, y consigo pasión y dolor surgirán. "No puedes huir de tu pasado"