CAPÍTULO XLV: GONE

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Jisoo últimamente ha estado sola, y no es un gran problema para ella, le gusta pensar y disfrutar de su paz mental, desde hace años ha sido a sí

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Jisoo últimamente ha estado sola, y no es un gran problema para ella, le gusta pensar y disfrutar de su paz mental, desde hace años ha sido a sí. Pero nunca había estado tan sola, al menos antes pasaba el rato con Jennie o SooJoo. Ahora nada de eso está. 

Salió a comer a un restaurante un poco cerca de su casa, era tranquilo y elegante, todo lo que necesitaba. 

Desde lo que ocurrió con Jean en Chanel, había tenido muchas emociones encontradas. Primero estaba el hecho de que Jennie seguía relacionada con un patán como lo era el francés, y en segundo... está Lisa. La manera en la que se enfrentó a Jean y la defendió le ha removido muchas cosas esos últimos días, ni siquiera sabía muy bien cómo debería de sentirse. La tailandesa fue tan firme y decidida en su amenaza a Jean, que realmente sorprendió a Jisoo.

Tal vez sus pensamientos eran tan profundos que no se percató de la presencia frente a ella dentro de aquella cafetería.

—Hey... —Jennie pronunció, sacándola rápidamente de su ambiente.

—¿Jennie...? —abrió los ojos con sorpresa, mirando fijamente a la castaña, como si fuera una obra de su mente. —Oh... ¿Qué haces aquí? —de repente se sentía muy nerviosa.

—¿No te da gusto verme, Jisoo? —Jennie arqueó una sola ceja, con esa expresión llena de arrogancia que tanto la caracterizaba. Jisoo solo negó un poco con la cabeza, pero fue una acción más para su misma que para la pintora—¿Eso es un no?

—¿Qué? Claro que no... solo es... —resopló—Siempre es bueno verte, Jendeuk. —Encontró un poco de brillo y emoción en los ojos oscuros de Jennie, y eso solo hizo que su pecho se llenara de orgullo.

—¿Estás aquí sola?

Jisoo asintió.

—Aunque podría no estarlo... —se arriesgo demasiado, y lo sabía—¿Quieres sentarte?

Jennie levantó ambas cejas, demostrando su asombro.

—Um... no creo que sea buena idea—hizo una pequeña mueca. Arrepintiéndose al instante cuando vio que la sonrisa que adornaba el rostro de Jisoo había desaparecido sin más. Puede que esté un poco molesta con ella, pero odiaba tanto que Jisoo dejara de sonreír, y cuando ella lo provocaba... simplemente se sentía muy amargo.

—Entiendo... —hizo a un lado su plato de ensalada. Su apetito desapareció por completo, ahora convertido en un horrible hueco en su estómago.

—No, no lo haces... —Jennie suspiró—No es que no quiera, tengo que entregar una pintura en la tarde y...

—Dije que lo entendía, Jennie—dijo un poco más rudo—Solo... has las cosas que tengas que hacer, te dije que no me metería más en tu vida. Y siempre cumplo con lo que prometo.

Y eso fue suficiente para que Jennie se sintiera la peor persona en el mundo, su corazón latía al mil, le dolía demasiado que Jisoo sintiera que es una especie de "estorbo" para ella. Aunque, ¿Qué podría esperar? Jennie literalmente le dio a entender eso.

AFTER THE GOLD RUSH | CHAELISADonde viven las historias. Descúbrelo ahora