"No puedes arder en fiebre por siempre"
La fiebre dorada pasará, las heridas se convertirán en cicatrices, la venganza se consumara, y consigo pasión y dolor surgirán.
"No puedes huir de tu pasado"
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Roseanne pasó el lobby del hotel sin problema alguno, nadie hizo preguntas o algo parecido. Ella solo tenía que tomar un taxi e irse a casa, necesitaba explicarle muchas cosas a Lisa.
En la parada del transporte, una pequeña vibra rodeó el lugar, solo estaba ella porque no era una hora concurrida, y eso lo hacía un poco más escalofriante. Todo empeoró cuando aquel auto gris se paró frente a ella, y por supuesto que no era un taxi...
Un hombre bajó, y pudo ver que era el novio de Jennie, Rosé apenas lo conocía de vista, no recuerda cruzar si quiera una palabra con él alguna sola vez. El hombre no parecía ese tipo elegante que conoció, parecía cansado y molesto por algo, usaba solo un par de jeans azules y una camiseta simple.
—Roseanne Park, ¿Cierto? —Rosé retrocedió un paso, dando un pequeño asentimiento.
—Soy Jean. Jean Blanchard, creo que no nos hemos presentado debidamente... —le dio una sonrisa fanfarrona.
—Mhm... es un gusto—apenas dijo con incomodidad.
—¿Por qué estás aquí tan... sola? —arqueó una ceja en su dirección.
—Espero un taxi—su respuesta fue obvia.
—Eso veo, pero si sabes que todos te están buscando, ¿cierto? —Rosé giró rápidamente a él, ella podía suponer eso, pero ahora que alguien lo decía se sentía más real—Tu novia, Lalisa... parece que caerá en desesperación muy pronto si no te encuentra—silbó con burla.
—¿Cómo es que lo sabes? —frunció el ceño, algo en el francés no le transmitía nada de confianza.
—Jennie es su amiga, y ella es mi novia... así que solo lo supe—se encogió de hombros con simpleza.
—¿Amigas? —Roseanne se mostró desconfiada una vez más, porque se supone que Jennie no es "amiga" de Lisa, lo la engañó por Jisoo, y por lo que ella sabe, Lisa está al tanto de esto.
—No...estoy bien. Iré por mi cuenta—sonrió con una delgada línea extendida por sus labios.
—Insisto. —Jean se acercó un poco más a ella.
—Esperare el taxi—Rosé repitió con más firmeza está vez. Dándole una mirada de advertencia al hombre.
—¿Sabes? Yo quería hacer esto amablemente, sin daños o algo parecido. Pero Soo-Young hizo lo que quiso, y tu no me harás lo mismo, niña—apretó los labios con fuerza, y aquella furia en sus ojos asustó a Roseanne—Y vendrás conmigo, si o sí. ¿Entendiste? —la rubia comenzó a negar con la cabeza varías veces, todavía en shock. ¿Qué tenía que ver Joy con todo eso?
