"No puedes arder en fiebre por siempre"
La fiebre dorada pasará, las heridas se convertirán en cicatrices, la venganza se consumara, y consigo pasión y dolor surgirán.
"No puedes huir de tu pasado"
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—¿Estás completamente segura de querer irte así, Rosie? —La tailandesa preguntó con duda. Rosé prácticamente se levantó temprano para empacar sus cosas, y comprar boletos de avión de línea.
Para cuando Lisa despertó y no sintió el cuerpo de la rubia junto al suyo, rápidamente entró en pánico. Pero en seguida Rosé entró por la puerta, con una expresión vacía.
Explicando con frialdad todo a Lisa.
—Si. No quiero pasar más tiempo en esté lugar... solo le hablaré a Alice y le diré que tengo que trabajar. Mi padre está muerto, ¿A qué me quedo? —miró fijamente a Lisa—Mi mamá no puede ni siquiera verme.
—Tal vez... deberías de intentar solucionar eso... ¿no lo crees? —Roseanne negó completamente sin pensarlo—Podrías intentar hablar con tu mamá, resolver los problemas que tengan. Al final, ella es tu mamá.
—No quiero, ella fue horrible conmigo, Lisa. Alice también, pero era diferente. Quiero decir, mi padre no fue mejor, pero al menos se disculpó. Sin embargo, no quiero estar en este lugar, solo me intoxica. ¿Podemos simplemente irnos? —Lisa asintió, yendo a terminar de empacar sus cosas.
FLASHBACK:
MELBOURNE, AUSTRALIA
Cuando Lisa y Rosé llegaron a casa de los Park, lo primero que hizo la rubia fue buscar a Alice y a su mamá. La tailandesa se quedó a una distancia considerable, respetando la privacidad de la familia. Pero sin perder de vista a la rubia.
—Lo lamento tanto—dijo con lágrimas en los ojos, intentando abrazar a su madre.
Sin embargo, está la detuvo con un movimiento de mano. Dejando atónita a la rubia.
—No entiendo que haces aquí, Roseanne. —Pronunció con frialdad—Tu padre ya esta muerte, debiste quedarte cuando te necesitaba. Pero no después de todo, ahora nadie te necesita aquí.
—P-Pero mamá... —sus ojos se cristalizaron.
—Hey, mamá. Déjala, ¿Sí? —Alice interfirió, poniendo su brazo en el hombro tensó de su madre—Papá le pidió que se fuera, no tenemos que ponernos groseras justo en el funeral de papá.
—No, Alice. Está niña fue lo suficientemente valiente como para irse con su noviecita, y años después volver. Por favor, nunca le importo está familia, ¿Por qué me importaría a mi su "arrepentimiento"? —desvió la mirada, no queriendo presenciar el rostro afligido de su hija.
—Sabes perfectamente porque me fui, mamá. No podía seguir viviendo en un lugar donde lo único que buscaban era... manejarme como una marioneta. —Sollozó. En otro momento tal vez hubiera soportado los reclamos de su madre, pero ahora todo se sentía como una gran daga entrando en su corazón—Solo quería buscar... algo que me hiciera feliz. Aquí no lo iba a encontrar. Y no hubiera querido irme y alejarme de ustedes, pero... era la única forma.
