CAPÍTULO XLI: RECKLESS

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FLASHBACK: - 7 AÑOS ATRÁS –

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FLASHBACK: - 7 AÑOS ATRÁS –

Sus ojos se abrieron con fuerza, mirando todos esos colores blancos a su alrededor su respiración se alteró, su pecho subía y bajaba con brusquedad.

Pudo ver como una enfermera entraba al ver el monitor de signos vitales dispararse.

—...Todo estará bien, señorita—inyectó un tranquilizante en el catéter intravenoso de la castaña, sin embargo, ella apenas podía escuchar la voz de la enfermera, estaba dispersa y algo lejana.

Volvió su rostro a la puerta, encontrándose con el rostro exausto en preocupación de Jennie Kim.

—No te asustes, Chichu... —sujetó su mano una vez que llegó a su lado—Estoy aquí... —sus ojos se comenzaron a cerrar de nuevo, pero juró ver lágrimas en los ojos marrones de Jennie, ¿Qué fue lo qué pasó? —Y estaré contigo cuando vuelvas a despertar... —con esas palabras terminó cerrando sus ojos por completo, yendo de nuevo a esa oscuridad.

...

—¿Jendeuk...? —apenas logró pronunciar, su boca se sentía seca como el infierno—Jen-ndeuk... —llamó la atención de la chica dormida en una de esas sillas incomodas de hospital. —Jen...

—¿Qué? ¿Qué? —Jennie despertó de golpe, mirando a todos lados, hasta enfocar en los ojos confundidos de Jisoo—Mierda... lo siento, Jisoo. Tenía mucho sueño y... —negó un par de veces, frotando sus ojos y recuperando su compostura por completo—¿Cómo te sientes, Chu?

—Quiero... agua... —susurró. Jennie asintió, entregándole con rapidez una botella de agua. —Gracias... —dijo al finalizar de beber casi todo el líquido.

—Wow, si que tenías sed, Chichu—bromeó. Sentándose de nuevo a un lado de Jisoo.

—¿Qué pasó? —Jisoo le preguntó, mirándola fijamente a los ojos—Puedo recordar el accidente, pero... —tocó su cabeza, ahora dolía lo suficiente como para querer dormir por días.

La sonrisa de Jennie se borró, y la suavidad de sus ojos se convirtió rápidamente en tortura.

—Estás bien, Chu... eso es lo que importa, ¿Bien? —besó con cuidado los nudillos temblorosos de la castaña.

—Lo sé... pero... —recordó su pelea con Lisa esa noche, y su hermana... —¿En dónde están ellas? Lisa y Kathleen...

Jennie bajó la mirada, jugando nerviosamente con sus manos en su regazo.

¿Cómo se supone que le dirá la verdad a Jisoo? ¿Qué su hermana está muerta? ¿Qué su adorada novia decidió huir? ¿Qué su madre no soportó la pérdida de su hija pequeña y se tomó un bote entero de pastillas, las cuales la llevaron a la muerte? ¿Qué su padre estaba destrozado y qué no había pisado el hospital desde la muerte de su esposa hace casi cinco días?

No. No hay manera de hablar de todo eso ahora.

—¿Jen? —insistió.

Aunque Jennie no quisiera ser quién le de estás noticias, necesitaba hacerlo. Jisoo ahora estaba sola, Jennie es la única persona que le queda, no podría mentirle ni ocultarle nada.

AFTER THE GOLD RUSH | CHAELISADonde viven las historias. Descúbrelo ahora