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Como ya era tarde, decidimos comenzar a cenar. Rafe sacó la comida del coche y la colocó entre ambos. Saqué mi hamburguesa y el cogió la suya, le observe atentamente. Sonrió como un niño pequeño al ver la comida, prácticamente se le caía la baba. Fue a morderla y con dificultad, le dio el primer bocado, y digo con dificultad porque apenas le cabía en la boca. Sonreí al verle así y decidí probar la mía.

-Dios mío.-dije mientras acababa de masticar- Está realmente buena

-Te lo dije, las hamburguesas del club son las mejores de toda la isla.

-¿Cómo es posible que en un club de golf hagan comida tan buena? Quiero decir, no debería de ser esa la prioridad del negocio

-Bueno, realmente no es un club de golf solo, es el club oficial de la isla sabes, hacen más cosas aparte de golf, también esta el club marítimo, todas las familias de la parte norte de la isla están asociadas al club, con lo cual recibe bastantes beneficios así que que menos que tener un buen cocinero.

-¿Vas mucho por allí? A jugar a golf quiero decir.

-La verdad es que si, durante el año solo puedo venir los fines de semana pero en verano vengo prácticamente cada día con Topper y Kelce. Jugamos durante una parte de la mañana y después nos tomamos algunas copas. ¿Y tú, qué te gusta hacer en tu tiempo libre?

-Bueno, siempre me ha gustado surfear, de pequeña me pasaba las tardes en la playa con los chicos y a veces durante las tormentas intentábamos escaparnos para ir y pillar esas olas tan grandes como si fuéramos profesionales.-reí al recordad aquellos tiempos.- obviamente siempre nos pillaban, apenas teníamos diez años.

-A mi siempre me ha dado bastante miedo el mar, estar ahí en medio del agua sin tocar el fondo y no saber lo que hay debajo. Solo salgo a pleno mar para pasear con el barco.

-Así que Rafe Cameron tiene miedo a las profundidades...

-No te burles no es gracioso, además nunca se lo había contado a nadie, así que si lo vas contando por ahí sabré que has sido tú y iré a por ti.-me dijo mientras me señalaba con el dedo.

Yo levanté las manos en señal de inocencia,- Está bien, tu secreto está a salvo conmigo.

Él se acabó su comida y yo estaba comenzando mis patatas. Estaba explicándole cómo una vez de pequeña me perdí en un centro comercial y me asusté porque me daba miedo avisar a alguien porque pensaba que si la gente me veía sola me secuestrarían. Estaba tan concentrada hablándole que no me di cuenta de lo que estaba pasando.  

Me giré un momento mientras seguía hablando para coger patatas, y no quedaban. Dejé de hablar mientras analizaba qué había pasado, entonces alcé la vista mirando a Rafe, que estaba con la boca llena masticando tan tranquilamente. Cuando se dio cuenta de que le había pillado me miró y se quedó paralizado.

-No es lo que parece Rory.-me dijo con la boca llena, apenas pude entenderle.

-¡Joder Rafe eran mis patatas! Has comido por dos personas y todavía tenías más hambre?

-En mi defensa diré, que se te veía tan concentrada hablando que creí que no te las ibas a comer.

Resoplé indignada, si había algo que realmente odiara era que me cogieran mi comida y más aún si estaba tan rica.

-Rory lo siento por haberme comido tu comida, realmente creí qu-

-No Rafe, ¡es que ni siquiera me has preguntado!-le interrumpí con un tono más elevado, realmente me cabreó.- si hay algo que no soporto es que me cojan comida de mi plato y tú lo has echo, y te crees que me voy a quedar como si nada pues no,- iba a continuar hablando pero sus carcajadas me interrumpieron.-¿Se puede saber qué te resulta tan gracioso?-le repliqué con los brazos cruzados y una ceja alzada.

-Acabo de descubrir que me encanta verte desquiciada, eres muy graciosa. Encima es muy fácil sacarte de quicio.

Volví a resoplar mientras negaba con la cabeza y me levantaba para meterme en el coche. Entonces él me cogió de la muñeca frenándome y haciéndome quedar entre sus dos piernas ya que el seguía allí sentado. Dejó una mano en mi cintura apoyada.

-Era una broma Rory.-me dijo mientras me levantaba el mentón para que le mirase a los ojos.

-Me debes una cena Cameron, que lo sepas.

-Hecho, y... ¿creo que te debo algo más no?

Cuando me dijo eso me descuadré por completo, no lo entendí. Que yo supiera lo único que la había reclamado era mi cena porque el muy gordo se había comido casi toda la comida. Puse una mueca de confusión intentando pensar en algo más, y cuando iba a abrir la boca para preguntarle a penas tuve tiempo de coger aire.

Cuando me fui a dar cuenta, se me había lanzado encima, juntando nuestros labios de una manera muy suave. Tardé unos segundos en reaccionar al beso ya que me pilló desprevenida. Era un beso suave pero necesitado por ambos. Él apretó el agarre en mi cintura y con su mano libre me cogió de la mandíbula suavemente. Yo tenia ambas manos apoyadas en su pecho. Era como si nuestros labios encajaran a la perfección, fue increíble.

Nos separamos por falta de aire, y a apenas unos centímetros de distancia, se me dibujó una pequeña sonrisa en la cara.

-Creo que a partir de ahora voy a comenzar a deberte cosas más a menudo.-me dijo sonriendo. Yo reí y le empujé suavemente en el pecho hacia atrás.

Nos quedamos un rato allí ambos juntos, me giré apoyando mi espalda en su pecho mientras el me abrazaba alrededor y, aunque estuviéramos en silencio, no se sentía para nada incómodo. Al contrario, era bastante cómodo. Mi teléfono comenzó a vibrar y al darle la vuelta para ver quién me escribía vi los mensajes eran del grupo de pogues. Pero antes de leerlos vi la hora que era, eran casi las doce y si, no era realmente tarde, pero conociendo a mi padre no tardaría en reclamarme.

Entonces Rafe me llevó de vuela a casa. La vuelta fue bastante tranquila. En apenas veinte minutos llegamos. Me disponía a salir del coche cuando Rafe me puso la mano encima de la pierna evitando que pudiera salir. Aquello me sorprendió y me puso extrañamente nerviosa de una manera distinta a las otras.

-Me lo he pasado realmente bien hoy, eres especial Rory.-entonces sonreí de manera tierna.-pero no especial en plan bonito, especial en plan ¿Qué le pasa a esta tía?.- entonces rodé los ojos y resoplé.

-¿No te parece que ya has cumplido por hoy el cupón de vacilarme Cameron? Te aseguró que a la próxima no lo cuentas.-el rio y se disculpó. Entonces se inclinó hacia mi y me besó de nuevo. Esta vez de una manera más suave y delicada, pero aún así se sintió realmente bien.

-Adiós Cameron

-Nos vemos pogue

Entré en casa y lo primero que hice al cerrar la puerta fue comenzar a saltar y a lanzar gritos sordos de la emoción. Mi padre se asomó al recibidos al escuchar los golpes en el suelo de los saltos y paré de golpe, aunque creo que no sirvió de mucho y me vio. Ya que al intentar disimularlo él comenzó a reírse y no dijo nada, simplemente volvió al comedor.

Subí a mi cuarto y me tiré en la cama, comencé a revisar los mensajes del grupo de pogues. Querían salir a la mañana siguiente a la playa a surfear, contesté aceptando el plan. En ese instante me llegó un mensaje de Sarah, me dijo que mañana por la noche habría una fiesta en casa de Topper y me invitaba a ir con ella ya que no le apetecía estar demasiado con él después de lo de John B. Una fiesta era una fiesta, y aunque fuera a estar rodeada de kooks, no iba a rechazarla.

Después de contestarle a Sarah me puse el pijama y me acosté.

A contracorriente || Rafe CameronDonde viven las historias. Descúbrelo ahora