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El sol comenzó a traspasar los pequeños huecos de la persiana de la habitación, iluminaban levemente a la pareja que aún seguía dormida. Rafe abrazaba a Rory por la espalda, siempre le pasaba lo mismo cuando dormían juntos, se despertaban de la misma manera. Rory comenzó a despertarse, entreabrió los ojos con dificultad, parecía que sus párpados estuvieran enganchados por el sueño. 

Alzó la vista y miró a su alrededor, aquel no era su cuarto. Sentía que su cabeza iba a explotar, se pasó las manos por su rostro mientras comenzaba a recordar escenas de la noche anterior. La fiesta, Ari y ella bailando, Evan tirándole a la piscina... Y Eva apareciendo a cada rato con Rafe, tonteando con él e interrumpiendo cada rato de ambos a solas. Recordó que comenzó a beber bastante y a partir de ahí el resto era bastante borroso.

Se incorporó de la cama con un pequeño malestar en el pecho en el momento de recordar todo aquello. Se incorporó y se sentó en la cama con los codos apoyados en sus rodillas, comenzó a notar una mano paseando por su espalda, Rafe se había despertado.

-Buenos días rubia.- murmuró Rafe con la voz ronca.

-Buenos días.

Él se incorporó y se acercó a ella aún por la espalda, le apartó el pelo hacia un lado y le dejó un suave beso en la mejilla. Rory no estaba en sí todavía, entre la horrible resaca que llevaba y todos aquellos pensamientos no podía pensar con claridad. Aún así, se giró hacia él y le dedicó una sonrisa cansada, se inclinó sobre su rostro y le beso en los labios de manera rápida. Seguidamente, se levantó y comenzó a buscar su ropa por el cuarto para vestirse.

-¿Qué haces?

-Estoy echa polvo, me apetece estar en casa y descansar.

-Puedes descansar aquí, conmigo.

-Si me quedo aquí no voy a descansar, ya sabes lo que pasa cuando estamos solos en una habitación.- bromeó ella a lo que Rafe soltó una pequeña risa.

-Bueno, podríamos intentarlo al menos. 

-Otro día mejor, hoy prefiero estar en casa más relajada.-le sonrió ella mientras terminaba de vestirse. 

-¿Va todo bien?

-Si.

Rafe se sentó sobre la cama algo más inquieto, seguía sus pasos por el cuarto con la mirada mientras ella recogía sus cosas de la noche anterior sin entender el porqué tanta prisa en irse. 

-Ayer creo que querías decirme algo, me dijiste si podíamos hablar un segundo y después no pudimos hablar... ¿De qué se trataba?

Rory recordó en aquel momento lo que quería decirle, o más bien de quién quería advertirle, pero en aquel momento no le apetecía hablar del tema. Ella quería creer que todo el tema de Eva era una tontería sin importancia, pero al final acabaría afectándole más de lo que ella creía. Así que hizo lo que siempre hacía cuando creía que las cosas podrían comenzar a torcerse. 

Callarse.

-No lo recuerdo la verdad, ayer bebí demasiado y no me acuerdo demasiado de lo que pasó.

Rafe asintió no demasiado convencido ante su respuesta, pero decidió no presionarla más. Al menos por ahora. 

-Voy a ir yéndome.

-Te acompaño abajo.

Ambos bajaron en silencio, la gente en la casa aún estaba dormida así que simplemente estaban ellos dos abajo. Rory abrió la puerta y se giró para mirar a Rafe y despedirse de él, le sonrió mientras le miraba. Rafe se inclinó sobre ella, le cogió el rostro con una de sus manos y la acercó hacia él, uniéndolos en un suave beso. 

A contracorriente || Rafe CameronDonde viven las historias. Descúbrelo ahora