EPÍLOGO

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Rory

Era finales de noviembre y las vacaciones de navidad estaban cada vez más cerca, aquello era lo único que deseábamos que llegara ya yo y los chicos. Apenas habían pasado tres meses desde que comenzamos las clases, pero sin duda necesitábamos vacaciones de nuevo.

Estos meses habían sido bastante intensos, habían pasado demasiadas cosas.

Una semana antes de volver a las clases, un día que pasábamos la tarde en el Chateau como siempre, apareció la Sheriff Peterkin. Al principio todos creíamos que venía por algo de JJ, siempre estaba metido en alguna o tal vez por su padre, pero cuando comenzó a hablar para explicar el por qué había venido, creo que ninguno de nosotros nos esperábamos aquello.

Al parecer, después de casi un año de búsqueda y desesperanza, encontraron el cuerpo de Big Jonh hundido en una zona de las marismas. La corriente debería de haberlo arrastrado hasta allí y por eso mismo pudieron dar finalmente con él. Aquella noticia cayó como un balde de agua fría para todos nosotros, pero especialmente para Jonh B, claro.

Big Jonh había sido como un padre para todos nosotros, de niños nos pasábamos las tardes metidos en su casa y él siempre nos organizaba juegos de encontrar tesoros escondidos por la casa o nos acompañaba a la playa para surfear y después ir a cenar todos juntos. Es cierto que también pasaba mucho tiempo fuera por su trabajo y eso hacía que Jonh B tuviera que venirse a mi casa en aquellas ocasiones, pero cuando estaba aquí, siempre estaba para nosotros y su hijo.

Fueron el mes siguiente fue bastante duro para todos, es cierto que, desde su desaparición todos nosotros sabíamos que lo más probable era que volviera, pero era muy distinto pensarlo que saberlo con certeza, al fin y al cabo, una pequeña parte de nosotros esperaba a que llegara algún día de la nada y todo volviera a ser como antes, pero aquello no fue así.

Jonh B no tenía fuerzas para nada, estuvimos todos muy pendientes de él, cuidándole y apoyándole todas las noches que pasó llorando hasta empapar la almohada. Me dolía demasiado verle de aquella manera, quebrándose y sin saber qué hacer por él. En situaciones así nunca sabemos cómo actuar o qué hacer, pero al fin y al cabo no hay nada que se pueda hacer, sólo puedes sentarte con esa persona y hacerle saber que estarás a su lado el tiempo que haga falta y que le apoyarás en todo.

Y aquello fue lo que hicimos todos con él.

A medida que fueron pasando las semanas, Jonh B fue recuperándose poco a poco todo lo posible que puede recuperarse alguien que pierde a un padre. Dado que era menor de edad mi padre se ofreció como su tutor legal hasta que cumpliera la mayoría de edad, así que ahora vivíamos juntos. Él siempre había sido de la familia y la verdad es que vivir juntos, aunque a veces era algo desastre, estaba muy bien.

Ahora, estábamos todos en el Chateu un viernes después de las clases como solíamos hacer siempre. Bebiendo cervezas, riendo y cotilleando sobre los profesores y todos los líos de la gente en el instituto, por que sí, nos encantaba chismosear sobre todo.

-A mi me han dicho que Olivia se apuntó al equipo del instituto solo para acercarse a Killian. -dijo JJ.

-Eso no tiene sentido, Killian estaba con Jess hasta hace dos semanas. Y Jess es la mejor amiga de Olivia. -contestó Kiara acomodándose en el sofá.

-No lo creo, el otro día en la fiesta del partido estuvieron haciendo un intercambio de ADN en uno de los baños, entré sin querer por que me estaba meando y los pillé.

-Pobre Jess, aunque bueno, se lo tiene merecido. Nunca me ha caído bien. -dije yo con simpleza.

-¿Y eso por qué? -preguntó JJ sonriente.

A contracorriente || Rafe CameronDonde viven las historias. Descúbrelo ahora